La historia de esta marca hace bramar suposiciones entre
arte e industria, es que el arte como expresión se supone particular, único y
con la impronta del artista, tan distinto al proceso industrial emparentado a la reproducción, donde centenares de copias emulan al original
sin lograr la experiencia completa de quien las observe.
Podrán imaginar la cantidad de gente que escribió al
respecto, aquí nos vamos a contentar con pensar la obra artística como un
lugar, el cuadro como un lugar, cuando uno ve el cuadro verdadero, contempla
los pincelazos vivos del artista, se para contemplando donde alguna vez el
artista se paró pintando… la reproducción es como la foto de ese lugar y como
cualquier postal es una representación lejana de algo…
Al pensar en Schuco como arte uno se encuentra frente a una
posición difícil de defender, son productos reproducidos seriados, iguales, uno
tras otro caja tras caja, la copia del cuadro se viene a la mente, pero
entonces… quién pintó el cuadro? Es el mismo artista que lo copia?
En la postura más mezquina hay que reconocer al original
como arte… Pero si uno piensa en la forma de fabricar sus productos, puede ser
considerado arte, sobre todo en sus inicios.
Cabe destacar que Schuco jamás tuvo intenciones artísticas,
es hoy a un siglo de distancia que busco considerarla de éste modo y pensar a
Schuco como el nombre del artista consagrado, su pseudónimo, ya que la compañía
comenzó en 1912 como “Schreyer & Co” en Nuremberg, Alemania.
Especializada en juguetes a cuerda de hojalata, desde el
principio hizo gala de una ingeniería inusual para su época. Una suerte de
juguetes inteligentes que realizaban movimientos o acciones luego de darles
cuerda y presionar un botón. La calidad y complejidad de sus productos fue la
base de su éxito temprano sin lugar a dudas, épocas en que la excelencia era la
base del éxito y no la publicidad.
Pick-Pick bird, un simpático pajarito a cuerda que hacía por
ése entonces y fue continuado hasta los años 60s (se estima mas de 20 millones
de pajaritos producidos)
Entre 1914 y 1918 la fábrica permaneció cerrada por la Primera Guerra Mundial, cuando
volvío a operar sumó a Adolf Kahn que era un comerciante mayorista que invirtió
en el proyecto.
La fábrica en Singerstrasse, Nuremberg sería interesantísima de
mostrar pero… La fábrica estaba en el sótano de otra mas grande: Wagner
cinturones de seguridad…
Fué en la década del 20 que cambió su nombre por Schuco
(1921) pero siguió fabricando los mismos artículos ante el probado éxito de los mismos,
incorporando nuevos pero siempre en la misma línea.
Heinrich Müller que por ése entonces tenía 17 años de edad, se le reconoce como
ideario de muchos de los artículos ofrecidos, incluso hay varias patentes a su
nombre.
Se aburrió en los años 20? Agarre un de éstos y despunte el
vicio.
Empezando a rodar
Es en 1935 que Schuco se pone sobre ruedas lanzando sus
primeros vehículos que al día de hoy son objetos de culto, el inicio de una
carrera evolutiva hasta nuestros días. Bien puede encontrarse por aquéllos
tiempos los primeros vehículos impulsados a cuerda o con su sistema
“Telesteering” (1938 aprox.) donde además de la cuerda ofrecía un sistema de
control remoto accionado por un cable. (Nota: En Argentina un sistema por el
estilo ofreció Rullero en los 70s… piense en la diferencia de años). Dichos
Auto pertenecían a la serie 3000:
Le sigue la línea Studio, fiel a la filosofía de la empresa,
eran productos que no se agotaban respecto a lo que un auto en miniatura
ofrecía por aquellos años: A la cuerda se le agregaba un palanca de partida,
direcciones con piñón y cremallera…
El más codiciado? El Auto Unión de Luigi
Fagioli (Avus “Streamline”) Se
hicieron 1000 unidades en 1937 que llegaban en una caja con todas las
herramientas en miniatura, conseguí la foto de una reedición:
Se buscaba la experiencia realista del auto y el
control sobre el mismo, incluso lo que se entiende por “cuerda” en Schuco fue
ejecutado con un particular estilo: Las famosas llaves de Schuco
La grandeza de la marca y su misticismo quedan claros viendo
como en la actualidad hay gente que las colecciona, a las llaves, tan solo a
las llaves, cotizando las más difíciles sus buenos duros.
Imagino a otros
fabricantes rivales (de aquéllos años o actuales) como deben verlo, la llave
con la leyenda “Schuco” codiciada en una subasta, que otra cosa podría ser que
amor por la marca?
Por qué una llave? Al tedio de dar vueltas a los orejones de
la cuerda había que sumarle la poca elegancia de verlos girar sobre el auto. Por
eso consideraron indispensable que una vez que se habían dado los girones
respectivos, se retiren los característicos orejones de aquél sistema.
El auto con sus líneas limpias (salvo el orificio, que se prefería antes que
ver la llave) empezaba su marcha para una fantasía cómoda: Cualquier niño con un juguete a cuerda lo primero que imaginaba luego de accionar el mecanismo es que el mismo no existía, con Schuco no tenía que imaginar eso, la fantasía llegaba mas lejos.
Aquí yo marcaría uno de los inicios de los modelos a escala,
en el afán de cuidar la apariencia del vehículo, el momento en que se fisura la
sociedad juguete-modelo, mientras uno reclama la cuerda, el otro pide que no se
note.
La esencia de la producción antes de la segunda guerra
mundial fueron los modelos ya mostrados junto a otros modelos que siempre
tenían un “plus” respecto a lo que se ofrecía como un auto en miniatura, dentro
de los cuales cabe destacar el sistema turn
back que los hacia retroceder en lugar de caer del borde de una mesa por
ejemplo, en líneas generales, productos para jugar.
Nota: Todo lo antes visto estaba dirigido principalmente al
mercado interno, resulta curioso cuando no revelador pensar al pueblo alemán
por uno mismo y ver aunque sea por ésta pequeña ventana la dedicación por éstos
objetos, en correspondencia natural por la importancia que le daban a los
niños. (Amén de que el denominador común por aquéllos años es que no todos los
niños podían tener un juguete, en cualquier parte del mundo).
Uno por lo
general se ve abstraído en el coleccionismo, como si los objetos no fueran
prueba de algo mas profundo. Cuánto esmero se pone en un producto para un niño? Qué significa?
Luego la década del 40 y su omnipresente pausa. Resulta
impensable producir un mísero pajarito “Pick-Pick bird” en Nuremberg a menos
que pretenda ser usado como proyectil y terminada la guerra menos, ya casi
llegando a 1950 se vuelve a retomar la línea.
En líneas generales muchas cosas cambiaron
luego de la guerra, estrategias de mercadeo, la manipulación de la imagen, todo
lo aprendido por aquéllos años de un bando y de otro fueron usados para fines
comerciales por todas las empresas.
La forma de hacer publicidad fue subrayada
tantas veces que resulta obvia, pero hasta en detalles impensados hay intenciones: Schuco con un pasado de juguetes y osos de peluche tenía que abrirse paso
definiéndose por los autos en miniatura, que apuntaban ya a niños, varones.
Entre
conocedores de la marca sostienen que los nombres “Studio” “Piccolo” y
“Varianto”, las tres líneas de productos de la post-guerra, terminaban en “o”
adrede con el fin de dar un tono masculino a la marca y su producto.
Y se volvió sobre el camino hasta donde se
había llegado, empezando con sus vehículos de hojalata y aquello que los hacían
tan famosos, surgieron nuevas ideas y salieron vehículos como el Radio:
Si me preguntan, se valía de la energía del
sistema de cuerda no sólo para propulsar el vehículo, también para accionar un
mecanismo para hacer sonar una melodía. Si era como una caja musical o un
fonógrafo es una duda, no pude encontrar mas datos al respecto.
Se retomó la línea Studio, Micro Racers y
Old Timers, todos accionados a cuerda, con características similares.
En los 50s Schuco tenía sus propios
establecimientos en Fuerther Strasse de unos 13000 metros cuadrados pero seguimos sin fotos… igual no hay
que abrir tanto los ojos, era una compañía diversificada que hacía autos en
miniatura, pero también peluches, juguetes en general de hojalata y el pajarito
pick pick…no olvidarse.
En 1951 sale la línea Varianto, donde
aquéllos vehículos de hojalata a cuerda fueron adaptados para circular en una
pista bastante curiosa, un cable de metal:
Le sucedieron accesorios como se puede
apreciar, fue producido durante 15 años. Alguna vez pensó en un antecesor del
Scalextric? puede que esté ante uno.
En cambio el Piccolo hizo su aparición en
1959, como su nombre indica eran modelos pequeños (1:90) de fundición sin
ningún tipo de propulsión, diecast en sentido estricto tanto por materiales y constitución,
como el hecho de reproducir de una forma bastante fiel a modelos reales:
En 1960 se introdujo la “Serie 1000” diecast
escala 1:43 no pude dar con una imagen de éstos modelos, al parecer fueron más
exitosos los Piccolo de los que abunda material.
Entre 1971 y 1972 llego la segunda serie, la
600, muy precisos y de proporciones casi perfectas, tenían aperturas como se
usaba por esos años y en comparación mejor pintura que cualquier Corgi o Dinky
contemporáneos. Siempre modelos alemanes (VW, BMW, Audi, Porsche…)
Se compara en calidad con Solido que estaba
en pleno apogeo por esos años, incluso ambas firmas coincidieron en no usar
strass para las ópticas de sus modelos por iguales motivos: eran más
atractivos, pero menos realistas.
Incluso se ofrecían modelos para ser
montados (Montage Modells)
En el propio país los estándares de calidad
de Schuco habían dejado atrás a GAMA y Conrad. Sólo NZG con sus modelos
promocionales para Mercedes le seguía el ritmo
También por ésos años lanzaron los 1:66, la
escala más competitiva donde rivalizaría con Matchbox y demás fabricantes
propios de ésa escala, "Super
Schnell" serían llamados en respuesta a los “Superfast” de la marca
inglesa (Y si se quiere los Whizzwheels de Corgi).
La variedad de escalas era amplia entre las
distintas líneas, así se partía del 1:87-90 con los Piccolos hasta llegar a
modelos aproximados a 1:12, siempre reproduciendo vehículos alemanes, se
consideran notorios entre los grandes al BMW 3.0 CSL Coupé (1:12) fabricado en
los 70s que incorporaban en la columna de dirección los comandos para prender
las luces.
O un Porsche 911 en escala 1:16
contemporáneo el cual incorporaba una bocina de dos tonos y ruedas con clavos…
Y empezamos, mientras casi se acaricia la
perfección en los modelos, la compañía se declaró en
quiebra en 1976, es que ya acusaba pérdidas desde años
anteriores, si se observa apostaba fuerte al metal y materiales propios de
principio de siglo, las importaciones, nuevos plásticos y electrónicos la
tiraron por tierra.
Dunbee-Combex-Marx (DCM) fue quién la compró
y pasó a manos inglesas… pero en 1980 corrió igual suerte.
A mediados de los 80s GAMA la rival alemana
de tantos años compró los derechos, pueden verse de ése período modelos de
Schuco comercializados en las cajas plásticas de la competencia.
Al mismo tiempo, en Estados
Unidos los vendían como “Lilliput” ya que los vendía la “Lilliput Motor Company
of Yerington” dejando de lado tanto cuidado respecto
a la imagen de marca que tenía Schuco.
Mas? Sí, más! En la época en que GAMA la
compra, no la compra completamente, hay matrices que fueron compradas por MIR
(Bulgaria) La que mas tarde se llamaría Mikro67 que hasta los años 90s sacó
provecho de algunas matrices de Schuco, otras fueron a parar a Norev y a una
firma llamada REI de Brasil:
Dato curioso, si busca modelos viejos de
Schuco va a encontrar muchísimos modelos de REI, no tanto así de la marca
alemana.
A todo esto, la esencia de Schuco la tenía
GAMA que en 1993 se vincula con Trix (Trenes a escala) y en 1996 ponen la marca
otra vez en escena, como una empresa independiente, con nuevos moldes y viejos
modelos que sobrevivieron a todo este proceso.
Lo que sigue ya es nombre conocido: Simba
Dickie Group, la misma que ya había comprado Solido, compra a Schuco en el 2009.
Hoy, Schuco es una empresa entre tantas de
dicho grupo (Schuco, Solido, Schabak, Majorette…). Hace modelos a escala de
alta calidad en escalas 1:87, 1:43 y 1:18 cuando no saca alguna reedición de
sus viejas glorias, desde unos accesibles Piccolos a onerosos sets exclusivos.