Volvo presenta en el año 1974 las series 240 y 260, las primeras versiones de faros redondos como las siguientes (con discretos cambios sobre todo el frontal) son ligeramente familiares a la vista. Es que si bien no son abundantes, son constantes, no falta película o serie donde no pase uno aunque sea por casualidad.
Ligeramente ya que por éstas latitudes no fué un auto llamativo, ni fué objeto de deseo, tampoco gozó de una campaña publicitaria tal que los consumidores piensen en comprarlo.
En efecto, nuestros Volvos no son de primera prensada (1974), son de la segunda cuando se abrieron brevemente las importaciones casi empezando los 80s.
No fué nunca un prodigio del diseño, tampoco contó con jingle alguno lo suficientemente pegadizo... ¿Qué ofrece Volvo? Pues Volvo ofrece ante todo seguridad y fiabilidad mecánica, en ese orden.
Claro, la seguridad siempre fué algo para agradecer... Pero para agradecer como un favor, más en los 70s y 80s, en realidad al momento de adquisición de un vehículo prima el diseño y el desempeño, con la seguridad como un ítem de letra chica más abajo.
Es que la seguridad siempre fué amarga, es la antítesis de la aventura, es aburrida, monótona... Incluso haciéndoles canciones para spots publicitarios es imposible liberarla de su condición.
Para entender un poco más el modelo, pertenece a la serie 240 compuesta por los Volvos 242, 244 y 245.
La nomenclatura indica que la última cifra representa el número de puertas, y la cifra del medio la cantidad de cilindros.
Así éste Volvo 244 GL es un Volvo 4 cilindros y 4 puertas.
Por otra parte la serie 260 se entiende exactamente igual pero con un motor de seis cilindros. Motor que comparte con el Peugeot 604 o el Renault 30, motor en V a 90º y 2700 cc. llamado PRV justamente por las marcas involucradas en el desarrollo del mismo: Peugeot Renault y Volvo.
Ya tenemos nuestro doctorado en Volvo, nos podemos ir...
Alto ahí! Volvista atrevido!
Si se retira ahora se pierde...
EL VOLVO CRIOLLO
No voy a pisar la misma baldosa que el webmaster de la editorial que lo vende y decir que fué producido en el país por 19 años. Aunque reconozco a fines de promoción puede resultar muy efectivo ya que dicho desliz triplicó los comentarios.
Los Volvos que nos tocaron en suerte son de ambas series (240 y 260) formaron parte de una camada de importados que podríamos considerar como ilustres importados.
Volvo estaba entre las marcas que hicieron esa breve primavera como Mercedes Benz, BMW, Audi, Toyota, Datsun, Daihatsu, Subaru, Mitsubishi, Honda... Y podría seguir la lista!
Era un abanico amplio, muy amplio, pero a la vez de corta duración, como una foto. Esos autos serían los únicos importados en Argentina por los siguientes diez años.
Y por una década fueron autos que salían de lo común, autos que llamaban la atención y que tenían el glamour del exotismo.
Pero nos encarguemos de Volvo: Puede adivinar que un Volvo 264 con el mismo motor de un Peugeot 604 se veía como una gran berlina de lujo. Pero un Volvo 244 por extensión también se lo veía así.
A gusto local, amantes de los cuatro puertas robustos y de gran porte como un Ford Falcon, ver el Volvo hacía suponer una elección lógica y un éxito en ventas, pero la competencia (sobre todo con los coches japoneses) no dejó siquiera soñar con eso.
Pequeñas consideraciones: Pensando en escala.
El modelo constituye ante todo una buena oportunidad para enriquecer esos ilustres importados de los 80s que ya hice mención.
Si piensa que es algo sencillo de hacer por su cuenta, pues acostúmbrese a incorporar Mercedes hasta el cansancio y algún BMW.
Cualquier coleccionista de éste particular "nicho" de importados ochentosos le dirá lo difíciles que son de conseguir en las configuraciones que llegaron aquí.
Es cuando se subraya el concepto de foto de ése momento, el instante.
Luego el mundo siguió, también esos modelos que ingresaron siguieron su camino con sus modificaciones y en muchos casos ya tenían una vida anterior.
Por ejemplo, pretender un auto japonés implica encontrar una versión anterior, una versión posterior, volante del lado contrario o con paragolpes abultados según legislación norteamericana...
Con suerte puede conseguir uno muy similar pero no en la gama de colores... Y de marcas premium.
Ahora viendo que para autos japoneses tiene dificultad... Piense en un auto Sueco.
Piense en Sueco! Piense en Volvo!
Desde el aviso de su lanzamiento tenía grandes espectativas para el modelo. Como antecedente, todos los vehículos importados gozan de mejor calidad ya que son modelos más elavorados para otros mercados que llevan décadas de éste tipo de colecciones, no hay lugar para modelos de mala calidad.
Muchos son economizados, pero en casos como el de éste Volvo incluso economizar implica un desarrollo que no se justifica.
Así se puede apreciar a la señorial berlina con un perfil muy representativo. Bien de dimensiones y proporciones, trae a la memoria el enorme baúl y su lanzado capot.
La carrocería es muy esmerada, pocas veces verá picaportes con tanto trabajo: en relieve y a la vez en profundidad, detallados a dos tonos.
Los ruedas dan más identificación que la propia insignia: llantas de chapa propias de versiones menores de cuatro cilindros.
Al lado la insignia lateral. Arriba la bagueta cromada luce razonablemente bien considerando los aumentos con que se tomó la fotografía.
Indudablemente el frente del modelo es el plato principal. Seis insertos efectivos logran la apariencia necesaria con el mejor resultado que se podría esperar.
Un abultado paragolpes pintado a dos tonos dan cuenta de su constitución metálica y el grueso revestimiento de goma.
Al centro la matrícula local alojada en un lugar previsto para matrículas de mayor tamaño, algo habitual en vehículos importados.
Luces de giro y posición (en acrílico a dos tonos) acompañan las principales de transparencia y profundidad acertadas.
La grilla delantera luce el emblema de la marca escalado a una raquítica existencia, apenas legible.
Las ópticas principales son a toda prueba, no busque defectos, las mejores que pueden conseguir en éste tipo de modelos.
Los retrovisores son adecuados, el brillo de los mismos indican plásticos de mejor calidad.
El detalle cromado en el contorno del parabrisas está dentro de lo esperable. Ahora el parabrisas como el resto de los cristales se ven comprometidos, ya que la transparencia de los mismos se ve disminuida por una capa de lubricante para encastre de piezas en su interior.
Los mandos detrás del volante gozan de una prolija y consistente rebaba, aquí es donde el modelo nos hace recordar que debe tener una calidad razonable y no absoluta.
El resto del interior sigue en consonancia, pero aún en su calidad disminuída da cuenta de las formas propias del Volvo.
El interior del modelo no es de fácil acceso, no es la típica base de dos tornillos: Tiene un tornillo y encastre misterioso®
Hacia atrás el modelo cierra de manera conveniente. Las baguetas laterales se encuentran con naturalidad en la tapa del baúl y las ópticas a tres tonos ocupan un lugar discreto.
El paragolpes a tono con el delantero tiene un diseño levemente distinto y esta bien replicado.
El color del modelo riñe con las luces traseras que visualmente quedan absorbidas. Lucen disminuidas con contornos que se funden en tonos de rojo.
Si se pregunta por que no poner unas ópticas más grandes, pues esas estaban reservadas al Volvo 264 con motor V6, dichas luces tenían detalles en cromo... Mejores sin lugar a duda.
Las tampografías son para destacar. El contorno negro y el grano de la pintura metalizada son los indicados.
La insignia de la marca del lado contrario.
Es diminuta y perfecta, quizá capte el espíritu de la marca sueca: Calidad y sobriedad en sus diseños.
El escape asoma detallado junto a la última cámara del silenciador.
Exteriormente el modelo atiende a cada detalle.
Para cerrar se tiene que dar los pulgares arriba a la miniatura. Es un Volvo 244 digno.
Queda a considerar que también era válido el Volvo 264, ambos modelos ingresaron en el mismo período, pero el 264 era mucho más atractivo: Opticas traseras más grandes, llantas de aleación y un frontal con ligeras diferencias hacían de éste sedán un verdadero coche de lujo.
El 244 nos acompañará en la espera de su hermano mayor. No es mala compañía... para nada mala...
Magníficent Volvo 244 GL!
Se lo ve muy prolijo al ladrillo, con detalles dignos de precios superiores. Las gráficas, los insertos, los que no lo son pero están bien logrados (manijas de puertas, perforaciones bajo luneta, etc), bien por el chino esta vuelta. Saludos. Luis
ResponderEliminarEn instagram lo comentaron de manera cariñosa como "Real brick" un seguidor de la marca.
EliminarSus lineas firmes dan sustento al sobrenombre.
Todavia no lo abtí pero ya se nota que esta bien terminado, a diferencia de la 21 nevada que vino bastante floja y de las tres que tuve para elegir me quedé con al menos mala.
ResponderEliminarEl engrasado de los vidrios es mandatorio desarmar y lavar todo bajo la canilla con pincel y jabon blanco, y de paso pintarle el interior de marron clarito como venía la mayoría de estos Volvo.
Cuente después como le fue con el desarme
EliminarSiempre imponente, estos indestructibles pedazos de hierro son de mis preferidos precisamente por esas líneas tan rectas y cuadradas. Son la máxima expresión de la funcionalidad, la cual antepongo a todo lo demás. Si al resto del mundo no le parece bonito... ...ellos se lo pierden.
ResponderEliminarLa miniatura viene con un color inusual en esta marca, pero creo que la editorial lo hizo así para presumir de ladrillo. En todo lo demás me parece muy correcto, y bien cierto que el interior deber pintarse, pues Volvo casi siempre le dio un toque de color a estos modelos tan serios a través de tapicerías más bien atrevidas.
A ver si aparece por aquí, pues le tengo ganas...
Un saludo.
Ojalá puedas conseguirlo, el modelo no defrauda en lo más mínimo.
EliminarEstá lindo, muy lindo, demasiado lindo (el Volvo, no usted).
ResponderEliminarEl único problema es que está totalmente fuera de mí de mi temática, entonces por esta vez lo voy a dejar pasar.
No califica ni como excepción!
Es una lástima, media vez que hacen algo bueno y yo lo tengo que dejar pasar porque no tengo lugar en la vitrina ni en la billetera.
No me diga que lo deja pasar! Un coleccionista como usted seguro encontrará una razón y si no OTRA razón!
EliminarTengo este modelo de vehículo pero no sé dónde conseguir los repuestos del motor para repararlo
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