Para fines de los 80s el mercado automotor argentino miraba con cierta angustia los nuevos modelos, ya vimos notas atrás al Renault 9 que posicionaban en detrimento del Renault 11, pero Fiat también incorporaba nuevos modelos por esos años, así apareció este Fiat Duna que susurraba el fin del Fiat Regatta.
En su versión primera todo su frente lo heredaba del Regatta pero al ser éste último más angosto que su hermano mayor no le quedaba bien...
Angosto, alto, un baúl más elevado que el capot... Si uno gustaba de cierta armonía en el diseño exterior el auto era un asco.
El cuadrado, el círculo y el triángulo, en ese orden buscaban explicar la razón de ser de tan extravagante diseño.
Siendo el cuadrado el baúl que hacía pensar en un cubo que explota al máximo su capacidad de carga.
El círculo el habitáculo en representación de una esfera por naturaleza sin aristas y confortable.
Y por último el triángulo, la parte delantera, que buscaba aerodinamismo apuntando como una flecha hacia adelante.
Efectivamente era uno de los más logrados del segmento en materia de aerodinamia, muy buena habitabilidad y una capacidad de carga en el baúl extraordinaria, tantas cosas buenas penalizan en el diseño exterior: Nunca la trompa tendría relación con el baúl, la primera como una cuña buscando aerodinamismo y el baúl sin embargo era un despreocupado cubo que le importaba bien poco congeniar con el resto del auto.
Así cuando apareció el Fiat Uno, que es exactamente el mismo auto pero sin baúl, fué muy buscado, muy deseado y estéticamente valorado, ya que el Uno cerraba donde tenía que cerrar, en el parante C, sin esa añadidura de alto valor utilitario.
Fiat sabía muy bien lo que tenía en sus manos, sabía que no se vendería por lindo sino por bueno. Así salieron los "17 récords continentales de confiabilidad total"
A principios de los 90s la marca le hizo un lavado de cara con nuevas ópticas y un parrilla mas delgada que fueron muy efectivas para borrar el frontal horrendo del automóvil, la nueva grilla delantera curiosamente le quedaba muy bien y a su hermano mayor, el Regatta, le quedaba mal, muy mal, éste último ya se dejaba de fabricar en esos años.
Llegaría el motor Tipo, lo mejor que le podía pasar al Duna, motor potente de consumo moderado y resistente al uso (y abuso) cotidiano. De la mano de éste motor viene todo su prestigio, incluso suponerlo el mejor auto de los 90s.
Un auto que sirve para la familia, para ir a trabajar e ir de vacaciones, ágil, económico y un motor que no se rompe nunca. A la vez era el más barato del segmento: Se vendía como pan caliente.
Baúl grande que permitía una efectiva conversión a GNC y así se uso como taxi, si señor! Luego de décadas un Fiat se lo consideró confiable para ser usado como taxi y fué gracias al Duna.
Desde el principio se ofreció una versión diesel, era un motor muy noble pero la carrocería no era suficientemente buena para absorver las vibraciones típicas de este tipo de impulsores.
Así terminamos hablando de historia reciente, quien vivió en los 90s supondría ver abundantes Dunas en circulación el día de hoy ya que las calles estaban literalmente inundadas con éste vehículo, sin embargo no fué así.
Salvo unidades con poco uso el resto mostró como pasado un tiempo su carrocería es insalvable, quien aún tenga mentalidad de conservación, de "levantar" un viejo auto verá que levantar un viejo Duna es una tarea que raya lo imposible con malos resultados.
Mientras el motor Tipo es reparable sin problemas, el chaperío del auto extra fino (puertas, capot y baúl) invita a reemplazar pieza por pieza ya que no soporta una lijada, el óxido lo perfora. Ni hablar que llegue a partes estructurales o anclaje del tren trasero...
El Duna nos trajo el nuevo concepto de auto, el auto fiel, súper rendidor pero que no podríamos tener para toda la vida.
Se lo recuerda, siempre se lo recordará, por su motor, por sus prestaciones, su confiabilidad, su efeciencia... Pero nunca por lindo.
La miniatura
Como lavando el auto empezamos por el techo, rara vez es un ítem para evaluar, pero aquí vemos como se respetan las dos franjas negras del mismo.
Por aquellos años la ley sólo exigía el espejo retrovisor del lado del acompañante dejando el otro a voluntad del fabricante o propietario de la unidad.
El modelo refleja de manera excelente como los amarretes de Fiat ponían un sólo espejo.
Y ya que es uno se esmeraron bastante en reproducirlo.
El frente del auto representa fielmente al modelo real, si se expresaron pestes por la versión primera del Renault 9 aquí vamos con su competencia para ver quien vendía menos en los 80s. (Ambos modelos tienen una historia similar: cambio de frente y se vendieron a lo loco.)
Pero estamos con el modelo y modelísticamente hablando es excelente: La parrilla que ya veremos en detalle, luces delanteras sin vicios y un paragolpes bastante cumplidor.
No es el paragolpes que yo quisiera para mi hija, hay mejores candidatos, me resulta insuficiente una sola línea cromada/plateada en la parte delantera.
Tengo entendido que deberían ser dos como en el paragolpes trasero. Incluso googleando fotos de la revista Parabrisas aparecen las dos líneas en ambas versiones testeadas, Diesel y S, efectivamente son dos.
Una pena, la otra línea lo hubiera hecho mucho más potable. Puede remitirse a mi Otro Duna para ver la diferencia.
El logo de Fiat en la parrilla es digno de elogio y noto cierta experticia con el nuevo sistema de luces de dos componentes, donde los anclajes y sombras ya no hacen estragos visuales como en algunos modelos anteriores.
También puede verse en las grillas a los lados de la patente, que parte es perforada y que parte es ranura, un exceso de calidad que se agradece, a esta escala es un detalle que pasa desapercibido fácilmente.
La parte trasera empieza gustando por las dos líneas del paragolpes que hacen ver a éste Duna "más Duna".
Dado que la parte trasera no sufrió modificaciones sustanciales en las sucesivas generaciones del vehículo todos nos encontramos aquí, como un punto en común donde todos sabemos todo.
Bien las ópticas en tres tonos, bien de tonalidad, bien de encastre, bien en general.
La chocotorta al medio para darle existencia a la patente se tolera, no es tan gruesa, pero si se hubieran animado a tampografiar la patente sobre la carrocería ganaban mucho en realismo.
Logo de Fiat trasero, pequeño y efectivo, sin detalles, una maravilla.
Por el otro lado la cerradura del baúl tiene existencia gracias a ése cuadrado negro... ni un puntito gris al medio le pusieron... Cosas que escapan al entendimiento.
En el modelo anterior, el Ford Escort, hicieron las tampografías del mismo con borde negro.
Aquí, volviendo al error de "Ay! Pinté el auto de gris y no sé que hacer ! No se que hacer!" Ese tampografiado con borde negro hubiera sido el adecuado.
Por si no fuí lo suficientemente claro repito: TAMPOGRAFIADO CON BORDE NEGRO. Así yo de aquí tiro flores, elogios y agradecimientos.
Muy a contramano del resto de la colección, el chasis del modelo es profuso en detalles, bien me pude entretener pintando el sistema de escape y parte del motor/caja.
Es algo que no cuesta nada y suma mucho.
El lateral es bueno, le perdono la vida sacando del cuadro el paragolpes delantera con una sola franja dejando el trasero para que sume puntos.
De menos a más:
Los cristales laterales no encuentran posición cómoda en las puertas, quizá ya sea hora de pensar en otro sistema para los mismos en lugar de insistir con ésta técnica.
Las luces de giro de los guardabarros delanteros son muy elementales, desganadas.
Los picaportes no son del todo representativos, están mas cerca de un manijón genérico.
El espejo retrovisor esta bien proporcionado y tiene una superficie espejada correcta que mejora mucho a lo que se venía ofreciendo.
La tapa del tanque de combustible esta bien lograda, bien por la matriz del auto con bordes nítidos, bien por la tampografía perfectamente centrada.
Las ruedas son propias del modelo, muy logradas en su realismo y junto al neumático resultan justas en su medida.
El interior tiene un gran esmero en el tablero, me cuesta dar crédito al volante que en el conjunto resta mas de lo que suma. Si al volante lo dejaban liso en el centro quedaba mejor.
Otra toma del tablero nos muestra hasta el cenicero con una persianita que se enganchaba sobre el mismo.
Destaca la carcaza del instrumental con sus comandos satelitales.
Limpiaparabrisas de un brazo, fué el primer auto nacional con éste sistema junto con el Fiat Uno.
Nótese el detalle de la matriz que ofrece dos pequeñas rejillas a los lados del limpiarabrisas que no se ven a simple vista.
Todos lo modelos, no importa de que escala sean, llegan a un punto en que se agotan. Ese punto de agotamiento es cuando dejan de ofrecer detalles, así se puede entender que los modelos de mayor escala exigen una experiencia de contemplación más prolongada.
En un camino a escalas menores perdemos aberturas y por extension detalles de motor y baúl, llegando a escalas minúsculas donde ni se piensa en el interior.
Este Duna tiene un gran mérito y es que demora más en agotarse, con interiores interesantes, con insertos buenos, con tampografías, con detalles de calidad inesperados por la matriz... Pero sobre todo por descubrir un chasis plástico que hace al modelo observable desde cualquier punto de vista.
Ya no es un modelo para observar apoyado sobre una superficie, invita a la contemplación en mano.
Magníficent Fiat Duna S!
Curiosamente recibí varias consultas por éste modelo y su relación con el modelo ya existente de Norev.
Una vista apresurada nos haría decir que es más de los mismo sin embargo son modelos distintos.
El de Norev goza de insertos más abundantes donde los picaportes de las puertas hacen pasar calor a éste modelo...
Por otro lado las ópticas (en general) son mejores en el modelo de Salvat...
El de Norev tiene las dos líneas en el paragolpes delantero...
El de Salvat tiene mejor matriz, sobre todo en la tapa baúl que luce perfectamente recta, mientras la matriz de Norev tiende a ser más redondeada.
En definitiva no son lo mismo.
Y si quiere una crítica para ambos, los colores más populares del Duna fueron el blanco y el rojo.
Uno lo hizo gris y el otro celeste, son válidos, pero no los más representativos.
El Duna con el Uno, al igual que en el 9/11 de Renault, se invirtió la presentación, auto práctico, versátil, cumplidor, "gauchito", auto de familia, remís, taxi y, hasta patrullero, notable en cuanto al aprovechamiento del espacio. Personalmente, hubiera preferido la segunda serie, con el frente mas armónico, y con las molduras laterales que, sin transformarlo en un emblema de estilo, le hacía ganar puntos en el equilibrio largo/alto de su lateral. Creo, a mi modo de ver, que, con la week end (rural, station wagon, o como le quiera llamar cada uno) lograron un vehículo estéticamente agradable, e internamente insuperable dentro de los autos del segmento, aunque, por ser fabricada en Brasil (como Duna week end o como Inocenti Elba) no va a estar en esta colección, aunque si lo vi en otras. En cuanto a la miniatura, el tema de la franja simple en el paragolpes delantero, llama la atención, y pareciera que chocó y le puso el paragolpes que consiguió por ahí. Por lo demás, al menos en fotos, se lo ve proporcionado, salvo el borde superior de la luneta que me hace un poco de ruido, y comparto la opinión sobre los detalles buenos y malos (excelente parrilla y paragolpes trasero, apenas cumplen los giros en el guardabarros y las manijas de las puertas, etc), levanta mucho la nota con respecto al escort. Magnificent duna
ResponderEliminarSalvo el AMI8 y el Auto Union Universal la colección de Autos Inolvedables Argentinos es esquiva a las versiones familiares, breaks, rurales, como prefiera llamarle.
EliminarEl paragolpes delantero es un tema ya que no sólo tiene una sola línea, tampoco tiene lugar para agregársela.
Lo deje pasar porque justamente tengo el de Norev, pero viendo su reseña y las imágenes publicadas a gusto personal el de kiosco me parece más logrado, tendré que pasarle las manijas de puertas al de kiosco ja, creo que es uno de los modelos más logrados de la colección.
ResponderEliminarCabo mí viejo tuvo un diesel 1.3 año 92 y efectivamente el paragolpes delantero venía con doble tira "cromada".
El de Norev tiene puntos a favor en insertos y cristales pero no en la propia base, éste tiene mejores líneas en general.
EliminarNunca me gustó el Duna, aunque esta versión en escala parece estar muy bien, mas alla de la línea cromada faltante en el paragolpes delantero.
ResponderEliminarsaludos!
Sucede que muchos autos que no tienen atractivo cuando son escalados resultan interesantes.
EliminarBien puede valer pensar en los microcoches de los 60s, hoy son una curiosidad y de usarlos una incomodidad... Pero en escala son todo encanto.
A mi me gustó mucho.
ResponderEliminarDisculpe la falta de palabras pero estoy muy molesto con la Fuego GTA Max, de la que vi fotos preview en estos días.
Hubieran aplicado la delicadeza de este Duna a la Fuego y hubieran tenido el modelo más deseable de la colección.
Superada la catarsis off topic, vuelvo al Duna, y la verdad es que me encantó.
Es increíble cómo un modelo modesto puede tener tantos detalles, todos sobresalientes.
Y la nominación del cenicero para El Detalle del Año!
Desconocía que esperaba la Fuego GTA Max.
EliminarYo esperaría a tenerla en mano y si bien se anticipan problemas en su constitución deja como desafío lograr una decente entre ésta última y la versión anterior... No sería la primera vez después de todo.
O ya se aburguesó y la quiere servida en bandeja de plata?
Hasta que no lo mencionó, no había notado la falta de la otra línea cromada en el paragolpes. Por lo demás concuerdo con sus comentarios, y al menos vino prolijo sin rebabas en faros traseros sobre todo como es costumbre en esta serie. Poniendome quisquilloso las tazas de las ruedas son algo grandes, eran de diametro mas pequeño, y cubrían solo el centro de la llanta de chala. En la miniatura dan la sensación de taza integral.
ResponderEliminarLlanta de chapa quise escribir
EliminarLa llanta de chala debe pegar lindo si la agarramos con un encendedor!
EliminarLa taza en efecto parece grande, buscando fotos del real es más grande de lo que recordaba pero no tanto como en el modelo.
Este Duna está impecable. Comparado con el de Norev, me quedo con esta silueta, que es perfecta, creo. En cuanto a colores, el azul/celeste del de Norev es muy emblemático de los primeros Duna, me parece. Salud!
ResponderEliminarEl celeste de Norev es típico de aquellos Duna pero no muy abundante.
EliminarTodavía estoy tratando de hacer las pases con el paragolpes delantero.
Buenas Cabo! Salió lindo el Duna en general... la foto frontal es que me hace más ruido al compararlo con el real...(foto de acá, contra foto del auto real googleada)...no sé algo con las ruedas...que se yo, no me cierra del todo. Por lo demás parece matriz nueva porque está todo muy definido. Raro que tenga una sola franja el paragolpes delantero y 2 el trasero! Pregunta ¿y el soporte de la antena de la radio como le pusieron al R9?
ResponderEliminarEl paragolpes! El paragolpes visto de frente es muy angosto en sus extremos. Donde iría la segunda línea cromada debería seguir un poco mas en ese espesor hacia abajo y luego buscar la carrocería.
EliminarAsí (exagerando) parece esas defensas de 4x4 para tener mas ángulo de ataque.
Modelo más que digno de la colección, de criticarle algo más a lo ya dicho sería que el capot salió un tanto "recto".
ResponderEliminarDel auto real, sólo se puede remarcar su utilitarismo digno de servilleta descartable: después de ser uno de los más vendidos de los '90, a diez años del fin de su fabricación era un modelo escaso en las calles.
Saludos
Es un misterio, el auto duraba poco o lo usaban a destajo?
EliminarEs cierto que son pocos los sobrevivientes pero el odómetro de una unidad "sufrida" debe tener mucho que decir.
Por otro lado los 90s fueron los años dorados del "guardaplast" en los guardabarros... por algo sería.
Hace ya un tiempo que encontré esta página y debo decirle que ya he superado mi capacidad de asombro: cuando chico tuve un montón de modelos, los llamados "autitos de colección", comprados por mi madre, de los que sobraviven dos o tres. Porque cumplieron con su cometido y sus nobles partes quedaron por ahí. Ya de grande, me volvió a picar el bichito del hobbie y arranqué de vuelta, a eso de los 35 años comprando modelos Hot Wheels primero y luego los 1:43. Y digo que supera mi capacidad de asombro porque greacias a este portal, uno comprende que es mas que un simple hobbie. Aprendimos términos como insertos y tampografía, y nos describió un simple modelo a escala con el mismo detalle que Eduardo Smok describe sus modelos en Auto al Día, además de la nota de humor que le pone a sus descripciones. Y también supera la capacidad de asombro ver a tanta gente capaz de modificar un simple modelo a escala transformandolo en un tunning hecho y derecho, cosa que no podría hacer yo por ser taaaan desprolijo (algún día lo intentaré). Gracias y saludos desde Mardel.
ResponderEliminarNo se quede en intentar. Le diría que vaya probando... De menos a más como en todo: Un toque, pintar un escape, agarrar un modelo dañado y volver a pintarlo...
EliminarY voy a disentir: Es un simple hobbie.
Compra un modelito y vuelve a su casa contento! Ve? Es simple!
Saludos Gabriel Edgardo!