Modellbaus Interview: Eduardo - Gaucho Models

Del tiempo que me muevo entre coleccionistas conocí personas de todo tipo, se me viene a la cabeza una especie de chiste recurrente de un compañero de trabajo que suele decir "Ví tipos molestos, irritantes, muy irritantes... y Reyes" de acuerdo al día, la escala se va adecuando y puede ser "estúpido, muy estúpido..." o "hijo de put.. muy hijo de put.." la cuestión es que ése último lugar goza de todo el tenor de lo que se quiere decir y toda la atención de quien lea o escuche. Así las cosas, puedo decir que conocí gente de todo tipo, y a Eduardo.
Lejos de todo estándar imaginable en un coleccionista, del estereotipo según el cual un coleccionista es una persona introvertida donde se conjugan vicios, mañas, manías, fobias, locura de mayor o menor grado (y la lista de atributos sigue de manera interminable: el milagro de la creación?). Lejos de todo eso, Eduardo es un tipo amable, dicharachero con un galénico sentido del humor y le gusta escribir. Condimentos más que suficientes para ser un tipo notorio (aunque él tiene la férrea convicción de que la notoriedad es innata a la gente de Quilmes, alimentando su modestia... con cualquier cosa.)
Me aventaja en unos años y tiene más camino recorrido, lo que no tiene (hasta ahora) es una entrevista hecha y derecha. Para el que no colecciona de manera declarada y pública, sepa de sentimientos encontrados al ver entrevistados a colegas a página completa en algún medio y... sin ánimo de desmerecer a nadie, uno piensa en que hay otro coleccionista más destacado y merecedor de la nota.
Está bien, ése "otro coleccionista" por lo general es uno, ya? feliz? Pero también sepa que todos reconocemos a alguien a un nivel superior, ver un pinche siendo destacado y la nota encima desperdiciada son vividos como atentados a la moral.
Esta entrevista realmente empezó el día que le pregunté si alguna vez había sido entrevistado o fué objeto de una nota, con décadas de coleccionismo encima... la respuesta fue no. El tipo, sin dar muchas vueltas, es "material de primera" para un reportaje, por eso sin más le solicité el honor y ni bien aceptó la sucesión de preguntas siguieron su cauce natural...


En dónde ubicarías, hablando temporalmente, los inicios de tu colección? recordás cuál sería el primer modelo? 

Si bien la colección formal se inició allá por 1992, vengo disfrutando los autitos desde pibe.
Entre los muchos que pasaron por mis manos rescato estos dos recuerdos:
Un Ford GT40 de plástico que encontré tirado, sobreviviente de un kit plástico, al cual un vecino le adaptó unas bandas de goma al eje trasero para hacer una suerte de pull back. Quizá el primer pull back de la historia.
También recuerdo un Chaparral de plástico soplado, de un amiguito mío. Al auto le habian calado una suerte de puerta "ala de gaviota" y recreado un interior muy precario. Fue la primera vez que vi un modelo tuneado y realmente me partió el cerebro.
Es curioso que la mayoría de los autos que recuerdo no eran míos.
Mis viejos no pudieron, no supieron o no quisieron comprarme los autitos que hubiera deseado.
Y en la escuela o en el barrio, siempre había algún pibe que tenía un chiche al cual yo no podía ni siquiera aspirar.
Esta carencia fue el motor de mi búsqueda para desarrollar mis propios juguetes.
Madera, cartón, alambre, mis manos y mucha paciencia fueron los primeros ingredientes.
Tras varios años de práctica, aprendiendo sobre técnicas, materiales y errores, desarrollé una suerte de oficio que me permite armar mis propios modelos, partiendo de cero o de otros modelos.
Hoy estoy orgulloso de varios modelos de mi factura, que si bien no tienen un acabado "profesional", otorgan una indiscutible exclusividad a mi colección.

Soy de los que creen en que hay un motor oculto en la colección que sea, algo que impulsa a juntar objetos con criterio unificante... Cuál creés que sea el tuyo?

Si bien aprecio una colección temática, y de hecho hay varias temáticas que sigo en forma más o menos regular (colectivos, autos argentinos, citroenes, jaguars, camiones, panteras, lotus, etc), hay algo que está muy por debajo, más profundo dentro mío.
Debo confesarlo: soy coleccionista de fenómenos.
Al decir "fenómeno" me refiero a algo que me motive y movilice pasiones.
Puede ser un hombre, una carrera, un auto, un record, un intento, una anécdota, una película, un recuerdo, un triunfo -merecido o inesperado- o un fracaso estrepitoso.
Obviamente, este fenómeno tiene que revestir un interés especial para mi.
Me interesa la investigación, la lucha por ir mejor, más lejos y rápido.
Hay muchas historias conmovedoras esperando escondidas atrás de cada fenómeno.
Lamentablemente no tengo forma de guardar nada de eso en mi vitrina.
El modelo a escala es una forma de materializar y dar vida al fenómeno, de poseer aunque sea un aspecto del mismo.

La ñata contra el vidrio es un karma que todos arrastramos de chicos, y de grandes seguimos en lo mismo, la nariz mas vieja eso sí, pero el vidrio firme como siempre y el objeto de deseo del otro lado... de cual no te podés olvidar y a dónde estas apoyando la nariz ahora? 

De pibe, acostumbraba a salir a pasear por el barrio con mi vieja, en interminables caminatas por el barrio.
La ruta estaba signada por algunos negocios (kioskos, bazares o jugueterías de barrio de fines de los años sesenta) que atraían toda mi atención.
Yo tendría unos cinco años y también tenía intacta la capacidad de maravillarme.
Seguramente, esos escaparates tenían juguetes ordinarios a los que hoy ni siquiera les dedicaría una segunda mirada.
Pero a los cinco años, el corazón no sabe de escalas ni de coleccionismo temático.
Sólo sabe palpitar esperando el momento, la magia de la sorpresa instantánea.
La ansiedad cruda, virgen, de un pibe de barrio que no ha visto nada y lo quiere todo.
Más de cuarenta años después, todavía camino por la vida esperando la próxima vidriera, buscando la siguiente maravilla.
Lo malo es que con los años ya he visto todo o casi todo y he perdido la capacidad de maravillarme.
Mi inconformismo crónico me llevó a buscar otras alternativas más allá de las que ofrecía una colección unilateral, hecha y derecha.
Así fui creando de a poco mi petit universo con los modelos-fenómeno que más me atraían, sin importarme demasiado la temática.
Basta que tengan esa cuota de maravilla que -al menos según mis parámetros personales- lo haga diferente del resto, especial para mi.
Entonces busco alternativas, busco el fenómeno, privilegiando el auto reproducido, la factura del modelo o la exclusividad.
Lamentablemente, esta "reveldía" contra el mercado y sus lugares comunes no es fácil de llevar.
Es un camino espinoso con un alto costo (no sólo hablando en términos de plata).
Es recorrer los lugares buscando ilusiones sabiendo que uno desechará la mayoría de lo que encuentre.
Es que tras tantos años y autitos, llega un punto en que tengo todo lo que quiero.
Si lo quiero y no lo tengo es porque no existe o porque es demasiado caro.
Una frase que siempre me resonaba cuando desechaba una góndola o vidriera de la que tenía todo o no me interesaba nada:
"es triste la vida del coleccionista"
Siempre esperando una nueva maravilla, un nuevo negocio (o uno muy viejo con tesoros conservados),
siempre abierto a encontrar nuevas marcas, nuevas escalas o nuevos motivos.
O un nuevo fenómeno.
Es como de estar siempre comenzando una nueva colección.

Y en esa vida triste de coleccionista, contracara de la alegría de tener en casa lo que buscaste por años... cuáles resultan al día de hoy las cinco piezas claves de tu colección? Tus cinco objetos de culto predilectos?

Un Jaguar XJC Big Cat de Spark(2). Cuando conocí al Big Cat, ante la imposibilidad de conseguirlo a un precio conveniente modifiqué un XJ12 de Solido. Luego de tremendo trabajo, Spark sacó su excelente Big Cat en versión de carrera. Hoy en día comparten la vitrina.
Un Halcón TC artesanal (3), hecho por Gustavo Ambrosio. Un auto fabricado en Argentina que no tiene reproducciones en otro país. Y la mano mágica de Ambrosio, que le da un plus de calidad al modelo.
Otro sería el Dodge Polara RT(5): modelo sólo fabricado en Argentina, del cual no hay reproducciones comerciales.

También un Torino 380W(1): este auto corrió en Nuburgring en 1969 logrando una clasificación sorprendente para tratarse de un equipo extranjero y sin experiencia. Apenas está replicado por una o dos empresas de die cast argentino. Esta es una versión artesanal, muy difícil de conseguir.
Cerrando con un Ford 1946 tanque atmosférico "Le Soretier"(4). Pasó diez años sin terminar, guardado en una caja, hasta que un día me puse las pilas y lo terminé en menos de una semana.

El camión atmosférico nos lleva a ese aspecto particular dentro de tu colección, la construcción de modelos puertas adentro, lejos del abundante material comercial. Te pregunto, pensando en quién nos lea y dude de poner manos a la obra en un modelo de autoría propia... Cuántos fracasos modelísticos llevas contados? Te acordas de alguno?

Soy bastante indulgente con mis trabajos.
Por eso no hablo de fracasos, como mucho puedo admitir que un modelo me salió un poco fulero.
Aunque eso es difícil, porque cuando veo que un trabajo no va saliendo como quiero, suspendo la faena.

Las "Faenas suspendidas" de Eduardo.

Tengo una gran colección de modelos sin terminar que dan fe de ello.
También me ha sucedido en mis comienzos, de hacer un modelo basado en una foto (pensar que eran tiempos que no había internet, sin información).
Años después, el modelo no resiste la comparación con otros modelos de colección.
En cualquier caso, siempre me queda la seguridad de haber hecho lo mejor que podía con todo mi cariño.
Y nada de eso puede ser tomado como fracaso.

Cómo te ves dentro de 20 años?

Guau, esa pregunta es todo un desafío.

En veinte años estaré jubilado.
Espero poder dedicar más tiempo al hobby.
Perfeccionar mis trabajos y si fuera posible, algún día ganar plata con todo eso.
En cuanto a la colección, no creo que aumente demasiado.
Por el contrario, tiende a disminuir.
Con más tiempo, espero poder disfrutar más a mis amigos.
El hobby me ha puesto en contacto con gente muy copada.
Espero poder disfrutar eso también.
Es que la mayor colección del mundo es inútil si no se tiene con quién compartirla.
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Stop

Las raíces que rodean el árbol dejan la tarea de imaginar hasta dónde llegarían. Las anécdotas, historias y pasajes fruto de tantos años de coleccionismo resultan interminables, imposibles de incorporar en el formato de una entrevista. La historia sigue, pero no aquí, casi oficiando de celestino por un lado dí aliento a Eduardo para que de vida a su propio blog, por el otro, los invito a conocerlo:

http://gauchomodels.blogspot.com/