El único, maravilloso y tan esperado Citroën del padre de Mafalda.
Esperaba otra cosa? Sí! Mucha espera para un resultado en principio magro. Pero considerando que su precio es realmente contenido lo adopté sin pensarlo dos veces.
La presentación es impecable, hasta aleccionadora diría, un envase híbrido entre blíster y caja. Es que el envase se encuentra íntimamente ligado al objeto que contiene.
Sobre una de las tapas la definición de Quino sobre el Citroën y su firma.
Naturalmente fué hecho en China, pero cuando está indicado así realmente da gusto.
Luego de abrir la solapa trasera de la caja, se puede retirar el blíster de dos piezas...
Se separa en dos y se saca el Citroën... Luego puede hacer todos los pasos inversos y volver a empacarlo... No soy amigo de los empaques pero en éste caso bien puedo hacer una excepción.
Y llegamos al Citro.
Se estará preguntando qué tendría que ver con autos a escala, dista mucho de ser uno.
Se estará preguntando por que dista tanto de un juguete, no tiene piezas móviles, es más es una sola pieza sin el menor movimiento.
No guarda relación con ninguna fuente habitual de donde provienen los autos a escala, sin embargo aquí está. Fué concebido como un objeto de contemplación, un ícono, una representación del Citroën tal como Quino lo retrataba en sus tiras.
Podría ser mejor? Posiblemente aunque no mucho, Quino lo retrataba lo suficiente para que sea identificable pero no al detalle, no a la perfección.
Pero tomar un Citroën a escala y pintarlo de amarillo para decir que es de la tira de Mafalda no sirve, uno vé un Citroën amarillo y no ve a Quino.
Perfectamente imperfecto, la retaguardia es imposible y un atentado a la veracidad pero deja en claro su objetivo: Su espejo es la tira impresa en papel y no la vida real.
Tampoco las ruedas buscan una lógica de tres bulones, la elementariedad es desenfadada, hasta contagiosa.
Viendo algunos aspectos de la pieza como las molduras de los guardabarros traseros bien se podría imaginar que las nervaduras del capot serían tales, pero son líneas al igual que el doble chevrón abultado y elemental, el Citroën de papel prima sobre el real siempre.
Los retrovisores resultan una rareza, dudo que Quino haya reparado en los mismos. Quizá alguna referencia llevo a la confusión, la duda seguramente fué grande al punto de hacerlos a medias.
Los transparentes en papel son blancos y así pensaron los cristales.
Lo curioso es que el picaporte de la puerta está mejor reproducido que en muchos modelos "serios"
Visto de arriba trae al recuerdo la inolvidable tira donde trata de pasar a un camión en la ruta... Y cuando lo logra debe detenerese por que Guille el hermano menor de Mafalda quería hacer pis, luego la tira sigue con el Citroën otra vez atrás del camión.
Pero de todo, lo más noble y genuino es la firma del maestro en la base.
Raro, hoy más de uno añora tiempos pasados donde los tesoros de hoy eran objetos comunes. Donde Industria Argentina se leía en cada objeto... Y cada objeto tenía un autor, un nombre.
Por ése entonces Rayito de Sol fabricaba la muñeca de Mafalda, la oficial, la mejor reproducción, bajo uno de sus zapatitos tenía la misma firma en relieve.
Hoy se puede conseguir éste modelo y las otras piezas de la colección, genuinas, oficiales... Ahí están con perfil bajo y a precio contenido, no son muy vendidos, no están en boca de todos y luego desaparecerán para ser vendidos en otros lugares de habla hispana... Los ingredientes exactos para ser tesoros de mañana.
Respecto a una colección cualquiera de coches a escala resulta un interesante complemento.
No se trata de un objeto propiamente dicho de la colección pero sí se trata de un elemento de ambiente, como la insignia de un auto real, como una publicidad de antaño, como un llavero o cualquier otro accesorio.
Salvo que éste accesorio es Oficial del maestro...
Cuántos coleccionistas lo habrán adoptado?
No hay forma de saberlo pero aquí sí y a modo de homenaje...
Magníficent Quino!
Es un bonito detalle y todo un homenaje a uno de los mejores viñetistas que el mundo ha dado.
ResponderEliminarYo sí recuerdo con especial cariño esas tiras cómicas, sobretodo en una de ellas, cuando toda la familia circula por carretera en este Citroën, camino de sus vacaciones, y un cochazo les adelanta a toda velocidad, casi ni le vieron. El padre asoma la cabeza por el ventanuco, cuando aquel coche debería haberse perdido ya por el horizonte, y le grita "Dále nomás, que saldrás en todos los periódicos" o algo así.
Entonces Guille, el más chiquitín de la familia, exclama "No zabía que adelantar a unoz pelagatoz era notizia".
Qué bueno y grande era éste hombre (Quino, D.E.P.). Conocía el alma humana como pocos. Y qué raro que aquí no tengamos noticia de esa colección, porque no había diario o periódico español que no publicara habitualmente sus viñetas.
Saludos.
Uno de los grandes del siglo XX y una escusa con ruedas para tenerlo cerca.
EliminarSi, lo espere desede el primer día que salió la colección, lo sufri cuando anunciaron la reducción de 15 a 12 números (sin saber cuáles bajaban), y finalmente lo conseguí ( en un quiosquero anónimo, no puedo decir nada sobre su voz ni ningún otro detalle). Y pase por las mismas sensaciones, un primer pequeño desencanto, para pasar a apreciarlo más con el tiempo.
ResponderEliminarEn cuanto a la colección TinTin, le diré que no se limitaron a tomar modelos a escala y aplicarle la paleta. La genial mano de verte (amante de los autos, poseía al menos media docena de clásicos), les daba una dinámica acordé a la boleta que protagonizaba, y eso fue reflejado en las miniaturas. (El 2CV de Dupont y Dupond que está frenando, por ejemplo, está "aplastado" en el sentido longitudinal). Tengo un libro sobre el tema. Es de tapas dura,pero intentaré hacerle llegar algunas fotografías, es muy interesante!
EliminarEscribi hoy temprano desde el celular, quise decir "la genial mano de Herge"...
EliminarVerdad, los modelos Tintín estaban ligeramente "caricaturizados", algunos más, otros no tanto.
EliminarY tengo mis dudas sobre la escala.
Yo tengo un Jaguar que es soberbio y pasa por 1/43 pero me parece que es un punto o dos más grande.
Menos mal que Salvat no me lee (guiño guiño) y no saca la colección de tintín aqui.
EliminarEs que de ésa colección tengo unos cuantos anotados!
Este Citroën es mucho mas humilde pero cumple muy bien el fin para el que fué creado.
Por las dudas, refuerzo el concepto que Salvat (o quien sea) no nos lee (guiño guiño!!)
EliminarSalvat... Cuando yo le pateo la pierna mientras le hago guiño, guiño, significa que SI debe sacar la colección de tintín.
EliminarEra un fervoroso izquierdista. Y prácticamente toda su obra se encargó de introducir marxismo... Todavía me acuerdo de "el palito de abollar ideologías". En fin, de niño se puede gustar de sus tiras, pero de adulto uno cae en la cuenta de lo burdas y nefastas que son.
ResponderEliminarSobre el Citro en sí... es otro afano que necesita de la empañada visión de un niño. Pero lo cierto es que así va en línea con su creador. Así que supongo que está muy bien.
Creo que si te parecen burdas y nefastas, es que no entendiste nada. Y ya de adulto es tarde para explicártelo, como dice The Joker, "no lo entenderías..."
EliminarMe cuesta creer que su obra sea una introducción al marxismo...
EliminarDe ser así los marxistas lo hubieran incorporado a su bibliografía obligatoria al menos!
La simpatía de Mafalda y sus amigos dispara emociones a toda una generación (en la que me incluyo). La infancia, el pasado del país, la candidez de los personajes permanece virgen contrasta con nuestra propia candidez que se fue cansando irremediablemente.
ResponderEliminarEl Citroen es quizás la mejor metáfora de ese pasado chiquitito, inocente que todos protagonizamos y hoy añoramos escondiendo una lágrima.
Si además se lo venden presentado como un diecast y a precio contenido, es un regalo para nosotros los coleccionistas.
Disfrute el Citro Cabo, Quino nos mira entre las nubes con una sonrisa tímida.
Como un tunel del tiempo, un lee una tira que le gusto mucho hace cuarenta años y siente que va a encontrar los 70s cuando levante la vista y no...
EliminarExcelente resumen, no podría agregarle nada, merecido homenaje a un grande de la historieta. Suerte que reparé en él cuando me lo mostraste hace un par de días, pues no sabía que había salido esa colección, y mucho menos que incluyera el Citroen, por lo general estas cosas se circunscriben solo a los personajes. Dije suerte porque gracias a ello estos dias pregunté en un kiosko céntrico de Buenos Aires (anónimo como dice Juan Pablo), con kioskero sin voz ronca, pero para mi sorpresa ahí estaba y me lo traje, según el tipo lo tenía desde hace más de un año. Increíble.
ResponderEliminarLas mismas sensaciones al abrirlo, gusto a poco en lo material pero simbólicamente todo lo contrario. Irá de adorno en algún rincón del escritorio o quizá en la vitrina de los Citros 1:18 para que su tamaño no desentone.
Encontró donde ponerlo al final?
EliminarMe encantó!!, como ud. dijo un gran complemento para una colección de autos a escala, y con una carga emotiva singular y atada a nuestra memoria.
ResponderEliminarVoy a chusmear esa colección a ver que tal están los muñequitos.
saludos!!
Esta muy buena, aunque en mi caso me limité a lo estrictamente automovilístico.
EliminarYo de muy chaval supe por primera vez del 2CV gracias al auto del papá de Mafalda y no sabía que era un Citroën hasta después que en mi adolescencia me interesé mas por los autos. Celebro con ustedes que exista esa miniatura homenaje y sobretodo que exista esa colección del Universo de Mafalda.
ResponderEliminarYo me identificaba mucho con Felipito y sus apuros y martirios por no llevar la tarea hecha a la escuela.. ja, ja.. Y no me perdía la tira cómica en el diario de los domingos.
Gracias por compartirlo Cabo, me dibujó una gran sonrisa en la cara.
Saludos !!
Voy a agradecer aunque todos sabemos que las sonrisas son propiedad de Quino.
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