Volkswagen Carat CD (1987) - Autos Inolvidables Argentinos

 Remitirse el significado de Volkswagen es remitirse a un problema de la marca para afrontar su línea mayor. Teniendo que su nombre cala fuertemente en ser "el auto del pueblo" a la hora del glamour y grandes lujos resulta un tanto contradictorio.

Efectivamente sus primeros pasos con el Beetle o Escarabajo remite a un pasado austero donde se hizo fama de coche humilde, trabajador, simple y efectivo. Muchas características nobles de las que hoy sólo pueden manotear una: Ser efectivo.

Hasta vehículos medianos transcurre su historia con cierta fluidez, suponer que hay autos mejores es algo que Volkswagen lo lleva con naturalidad e hidalguía. Comprar un mediano de la marca ayer y hoy  siempre será el significado de "Hay autos mejores, pero éste es muy bueno y es tuyo".

El problema es propio de la gama mayor, cuando la marca se codea en las grandes ligas y ofrece productos casi exclusivos. Passat, Carat, Vento... Autos de alta gama donde todo es excelencia y tope de confort, mecánica y equipamiento, todo de calidad, sólo les pesa una sola cosa, el nombre.

Acaso el más humilde de los caros? El auto caro del pueblo? Significados chocan y se acomodan, aparecen explicaciones tecnicistas como "En realidad es un Audi sólo que dice Volkswagen" 

No llegaron a ser estrellas del DTM (Turismo Alemán) lugar reservado para Mercedes Benz, BMW, Audi... No aún, Volkswagen mantiene una historia paralela para ésta gama donde el Passat es su inicio, su escarabajo aparte, una historia no tan larga pero que es muy probable a futuro dé su resultado.

Respecto al modelo hay puntos a tener en cuenta que exceden al mismo. Teniendo en cuenta que Volkswagen diferencia sus productos para latinoamérica, la oferta de los mismos a escala es limitada, podrá adquirir interminables variantes de combis y escarabajos, primeras versiones del Golf... 

Pero cuando sale uno de esta parte del mundo, te lo compras, no hay segundas oportunidades. 

Así en éste tono rojo que no es el más representativo (le sientan mejor los tonos metalizados) uno adopta el modelo sin chistar. Es un VW, el mayor de los "cuadrados" junto al Gacel, Gol de primera serie, Senda y Saveiro. Tenerlos a todos es tener el capítulo completo de la marca.

Todo se parece pero en grande, no se encuentran sorpresas de diseño, desde los picaportes, retrovisores y líneas de carrocería todo concuerda con los sedanes de gama media como el Gacel/Senda. Un resultado lógico.

El modelo cumple muy bien con formas y un detallado aceptable, incluso con los ventiletes que mantenían a contracorriente de lo que ofrecían las otras marcas.

 Toda esta serie de Volkswagen tenía parabrisas y lunetas prácticamente planos, incluso se podría decir que las lunetas eran planas, planas planas. Superficies vidriadas que resultan amables para ser reproducidas y a la vez dan una existencia mas creíble a los limpiaparabrisas.

El interior aporta lo suyo, un tablero profuso en detalles y un volante con rasgos más intensos que el real. Logra transmitir el espíritu del mismo, signado por cierta carencia de confort para la categoría, mucho de sus elementos y soluciones resultaban óptimos para la gama media pero en el Carat resultaban algo mezquinos.

Hacia la parte trasera en lo que respecta a la matriz cumple. No se aprecian desproporciones.

Ahora en el paragolpes trasero, el modelo exige cierta exactitud que dada la alcurnia del mismo no podemos esperar. Un milímetro de plástico que espera ser lijado y que lleva a ver la rueda retrasada de su posición.

Por cierto las ruedas tienen neumáticos poco apropiados, seguramente genéricos. Considerando que en la mayoria de los modelos quedan mal... No podrían usar OTROS neumáticos genéricos?

La llanta por su parte es adecuada, representativa y la verdad esmerada en reproducir aquella taza casi olvidada del Carat.

Antes de meternos de lleno en la parte trasera, es digno de mencionar que las butacas son de un color distinto al resto del interior (que es negro). Detalle poco usual.

Ya comprometidos en la parte posterior tratemos de ignorar el escape, hagamos una promesa conjunta de pintarlo de negro y que sea carne de olvido.

El paragolpes por su parte luce muy bien, sobre todo por que no se ve afectado por sus problemas a los lados.

Siguen tampografías nítidas, bastante realistas, para quien vivió por esos años tienen gusto a finales de los 80s, de Commodore, de MSX, de Rock & Pepsi y de revistas más que internet.

Ópticas generosas como reclama el caso, a tres tonos compartiendo línea con una matrícula bien escalada.

La cerradura pintada está bien, no es algo que mueva la aguja pero se agradece.

Al frente ya los requerimientos son mayores y el modelo hace lo que puede, tiene ópticas buenas aunque hay una con mejor suerte. 

La posición de la grilla delantera tiene problemas de centrado aunque no mucho, el emblema de VW es decente.

La matriícula es consistente con la posterior, incluso ayuda a vestir al modelo.

Las luces de giros pintadas son austeras pero prolijas, un tanto oscuras pero se prefieren así.

El paragolpes es más trabajado que el posterior, aunque peca de ancho en su parte inferior. Lo mejor para éste caso es mover un poco el modelo, buscar un poco sus flancos, mirarlo de otra posición...

Y quizás diga...

 

Magníficent Volkswagen Carat CD!