Citroën C15 Telefónica (1995) - Vehículos Inolvidables de Reparto y Servicio

Quizá las notas mas interesantes surgen de los modelos menos requeridos. Si hoy estuviéramos en los 90s sería una sensación ya que el modelo resume varias novedades de ese tiempo: Por un lado tenemos la llegada de novedades en el mercado de utilitarios tanto nacionales como importados. Por el otro (De la mano de la privatizacion de la telefónica estatal) la llegada de empresas de comunicación privadas.

En un breve lapso de tiempo nos olvidamos de ENTel y nos acostumbramos a decir Telecom o Telefónica (Ni hablar de la telefonía celular donde contábamos con CTI, Personal, Unifón, Movicom y Nextel que luego se irían fusionando y cambiando de nombre).

Telecom y Telefónica se encargaron por ese tiempo de la telefonía domiciliaria o fija siendo natural en este rubro el servicio domiciliario de instalación o reparación. Así proliferaron utilitarios livianos como el de ésta nota con importante carga gráfica ya que a su vez daban presencia a la compañía.

No era un tema menor establecer presencia, incluso hacían publicidad a como dé lugar, ya que no sólo coexistian, también competían en ciudades grandes donde el usuario podía optar por uno u otro servicio. Incluso se podía contratar una para llamadas locales y otra para larga distancia. Suena muy bien, la competencia es fuente de un mejor servicio y menores costos...

Pero por otro lado la competencia es fuente de que te cansen con llamadas telefónicas solicitando que pases de una empresa a la otra.  Las interminables quejas de gente mayor que se engañaba telefónicamente y que no podía entender las facturas que recibía a fin de mes era descomunal.

Por otro lado el utilitario es un Citroën C15 del 95, competía directamente con la Fiat Fiorino y la Renault Express en un nicho totalmente nuevo de furgones livianos de trabajo, mitad auto mitad furgón.
No es para nada un concepto nuevo, la Renault 4F (la versión utilitaria del Renault 4) lo atestigua, pero su existencia y competencia con su rival de aquél entonces, la Citroën 3CV AK. Pero era una competencia menor dentro del campo de batalla general que eran las ventas de las automotrices.

Ahora la competencia de éste tipo de utilitarios era la extensión de la disputa entre los autos de los que derivaban. En el caso de Fiat no tuvo reparos en mostrar que su Fiorino era una variante de un Fiat Uno, en el caso de Renault no mostraban parentezco exterior aunque sí compartían su mecánica.

Pero Citroën era un caso especial, su utilitario derivaba de un Citroën Visa que resultaba un diseño añejo ya para los 90s pero con una máscara negra en el frente algo más soportaba.
Tampoco el Visa fué muy popular ya que no fué de fabricación local, muchos lo conocen por que tenía un diseño muy distintivo aunque su motorización por un lado era un enigma y por el otro resultaba insuficiente para transportar cargas, menos de manera ágil todos los días.
El impulsor del C15 venía del Peugeot 205 gracias a la fusión de ambas marcas en el grupo PSA.

Mercado mediante, las Fiorinos se vendían solas, eran un producto equilibrado y que transmitían exactamente lo que se buscaba, buen diseño, buen motor y buen espacio de carga.

La Renault Express penalizaba con su diseño tosco, su frontal lucía como un tunning casero de mal gusto, incoporando a la fuerza ópticas en forma de gota a un diseño cúbico por excelencia. Era la más cara, mecánicamente tenía sus bondades pero su diseño no gustaba en absoluto.

Por último la Citroën C15 en su rejunte definitivo, con carrocería propia y motor de Peugeot, no se la consideraba estética y su fuerte ADN Visa en el diseño daba la impresión de no ser un producto nuevo. El motor daba el toque de calidad y modernidad pero no dejaba de ser un motor de Peugeot 205, de buen andar, de buen rendimiento pero de repuestos caros.

En definitiva cómo competía la C15? Siendo la más barata! El precio más bajo y uno mecánica buena le daba carta para ser elegida como vehículo flotillero, en éste caso de Telefónica.

El modelo tiene sus dotes, esa actualización del Visa le vino como anillo al dedo para solucionar el frontal con una pieza de plástico negro que sin dificultad se amolda a los detalles. Oficia de parrilla, paragolpes y soporte de luces.

El encastre es decente en las ópticas principales y discutible en las luces de giro. La colocación de los grupos ópticos no es de buena nota dejando restos de adhesivo a la vista. Modelo en mano no es perceptible.

La matrícula fué escalada para llenar la base negra que la sostiene, como resultado queda el marco blanco de la misma exagerado en su espesor.

Los neumáticos radiales ofrecen lo mejor de sí con una pisada franca que ofrece un dibujo muy realista.

El limpiaparabrisas es correcto en dimensiones y está colocado de manera correcta.

Respecto al parabrisas no responde a las formas originales, la matriz esta diseñada para que la base del mismo sea más alta ofreciendo una superficie vidriada menor.

La antena de la radio es demasiado gruesa, pero es lo que se espera ya que es un error que el fabricante que repite en todos los modelos.

Resultan interesantes las uniones del techo de la caja de carga, oblícuas, que hacen recordar el sellador aplicado en las juntas entre los paños metálicos de las carrocerías.

El trabajo tampográfico es lo mejor del modelo ofreciendo impresiones escaladas y sin defectos.

La reja que protege el cristal es una añadidura muy bien lograda, delicada y resalta en un parte que por naturaleza es monótona.

Mismo detalle para las puertas traseras que abundan en detalles como el picaportes, insignias y bisagras.

Más abajo conviven con las ópticas traseras de generoso tamaño. Si le parecen exageradas el vehículo real también se veía así. La rotura de las mismas era habitual.

El paragolpes trasero esta bien reproducido, atento a su diseño limitado por su ubicación y función.

La matrícula trasera sigue esperando una prolijidad que no va a llegar nunca.

Por otro lado, el caño de escape es de buena confección, en color plata, mostrando parte del silenciador y su extremo perforado.

Las ruedas con llantas de chapa sin agujeros son propias de Citroën. Su principal característica es no tener ninguna: Cerradas, simples, sin ningún rasgo propio.
Calzaban al Visa y estaban pensadas para no llamar la atención en lo más mínimo y que visualmente el enfoque sea sobre el auto en su totalidad.
Funcionó en su momento, ya con el C 15 con el mismo diseño adelante pero ya resagado en el tiempo no daba el mismo resultado. El objetivo era claro, mejor precio y calidad donde era necesario, la estética no entraba en la ecuación.

Por último nos queda una vista general del modelo, ya pueden verse los generosos retrovisores en las puertas y el resultado final.

Se pudo ver que no es una suma de bondades, algunos modelos los son, pero el que vemos sin contar con notas altas su resultado fué bueno.

Como modelo de costo contenido, hay un manejo y administración de elementos en su constitución que es notable. Una matriz con defectos, exceso de adhesivo y matrículas mal logradas se mezclan con limpiaparabrisas y retrovisores de buena factura y muy bien colocados.... Nada es tan grave... Nada es tan bueno...

Estratégicamente se mantiene en un gris así al alejar el modelo todo fluye y genera el resultado final: Un modelo que se vé muy bien gracias al conjunto y no por algo extraordinario en particular.

Magníficent Citroën C15!