Citroën 2 CV Pick-up AZU P (1964-1965) - Altaya 1:43

La sencillez constructiva y el desafío de una reproducción. Frente a vehículos de alta complejidad como un súper deportivo o dream car quienes tienen la tarea de llevar una reproducción fiel a una fábrica de diecast para reproducirlo en escala y en serie, bien se sienten de sólo tener que ajustarse a las formas de la carrocería, si tiene faros retráctiles mejor, serán una ranura en el capot... eternamente cerrados, claro, hablando de una reproducción de bajo costo.
Aquí tenemos, por otro lado, el caso contrario, un utilitario elemental, modesto... No se sabe si es mas elemental que modesto, pero lo que en el auto real es sencillez en la miniatura son una sucesión de dolores de cabeza: Un conjunto de elementos que no terminan de incorporarse al auto no ofrecen una silueta limpia y se transforman en un verdadero desafío.

Entre esos elementos, las luces delanteras resaltan a primera vista, aquí aparte el material traslúcido suma complejidad no sólo en el encastre, sino en que ambas, separadas deben lucir iguales... O razonablemente iguales... No es para cualquiera. Los fabricantes de miniaturas que ofrecieron 2cv en sus catálogos, muestran su ADN en el mismo, simplones como un chichón de metal sobre el guardabarros, complejos pero apuntando al piso, desalineados, desproporcionados, frágiles en exceso, cromados, a tono con la carroceria, con aro cromado o sin el mismo... Los ojos del 2cv no mienten y delatan.

Los ojos del presente son amarillentos como buen francés, yo hubiera optado por unos transparentes ya que el tono de la carrocería penaliza con los mismos. Pero se trata de la colección de Michelín, donde todo (o la gran parte) es una orgía amarilla y azul de un modelo a otro, con el amigo Bibendum siempre presente, sentado en alguna parte de los mismos, en este caso el techo.

Entonces llegamos con un 2cv que es un modelo complejo, en su versión utilitaria que suma complejidad, adaptado a los requerimientos de la colección de Michelín que suma otro tanto más y para ser vendido a precio contenido... Así, imagino llegar el brief al departamento de diseño adjunto a un permiso especial para gritar en caso de ira. Pero el deber, es el deber.
Muchas veces se habla del auto o del modelo, hoy hago este humilde homenaje a los responsables de éste modelo que lo hicieron por el sueldo de siempre.

Y vaya que lo tienen merecido con la cantidad de detalles, no se contentaron con un 2cv de luces decentes, atrás se animaron al descubierto: la carga es el material de los sueños de todo michelínmaníaco, pequeños neumáticos con sus respectivas bandas adheridas, eternamente nuevos y siempre en viaje a un destino que no llegará nunca. Sería el equivalente a vivir un eterno preludio con una mujer, el eterno coqueteo.

Tenía que decir Michelín en alguna parte, Bibendum es sinónimo de la marca, pero en los portones traseros es el único lugar donde sale la marca de manera explícita...

-El Departamento de Diseño pregunta si no puede ser una sóla compuerta que abra hacia abajo como cualquier pick up en este hermoso reino de dios...
-Dígales que no, quiero dos, como las del furgón cerrado pero cortitas, y con visagritas que abren hacia los lados, igualitas, en una que diga MICH y en la otra ELIN... Y que salga bien!

Las tampos, siendo protagonistas del modelo fueron ejecutadas con una perfección asombrosa, la banda azul es un contínuo en cada cara de la caja de carga como si fuera una cinta que la rodea, los logos de las puertas a escuadra... incluso el espejo retrovisor, que más de una vez queda apuntando a cualquier lado, aquí no ofrece vicio alguno.

Ruedas heredadas seguramente de algún modelo anterior pero en azul... pero los neumáticos que calza el modelo no dicen Michelín... tantos Bibendums... tanto azul y amarillo... tanto logo... y al final donde se ven los pingos nada...

El Modelo en cuestión calza FateO 50/15!

 Magníficent 2cv Pick Up!!! Magníficent Bibendum!!!