Si no pudo decodificar que ese gris era el equivalente al rojo tiene muchos años por delante.
La vista frontal del auto es la más prodigiosa, tanto en el real como en la miniatura que lo sigue, agachar y perfilar esa trompa no es tarea menor y el abultamiento en el capot nos habla de como quedaba ubicado el motor.
Se partió de un auto americano (Rambler American), se estilizó a gusto europeo (Torino) y luego vino Crespi para servirse de él para el auto que pretendía. Hasta parece fácil de lo natural que se ve.
Toda la parrilla y las ópticas de diseño particular hace pensar en deportivos de élite, rara vez hablo de una auto como una obra, pero aquí se impone el término.
Los neumáticos, el ancho de pisada, el dibujo de los mismos tiene todo el ADN setentoso y no puede dejar de agradecerse.
Se puede ir por más buscando la insignia, aunque su comlejidad la hace poco distinguible. No importa, el modelo da revancha para la misma en otro lado.
Precisamente en sus laterales, debajo de las branquias, donde se puede leer CRESPI en la parte superior.
Hay vista más amplia para ése lateral, las llantas de aleación magnesio que recién empezaban a aparecer dominan la escena. Obviamente tipo estrella, la configuración típica de los primeros diseños.
Sport prototipo... Sport Sexy Prototipo... Esos laterales limpios sin aditamentos cromados, desentendido de paragolpes en el frente... Largarlo a la calle en su momento conviviendo con el parque automotor de ése entonces seguramente fué ser algo digno de ver.
El interior conservaba mucho del Torino original, en eso se diferenciaba mucho del Comahue que llego años después sirviéndose de la electrónica.
Pero a su favor éste auto necesitaba justamente ése tablero de avión, esos indicadores analógicos resultan en el equilibrio perfecto.
Abultadas butacas de visible confort y de aspecto deportivo.
La retaguardia en cambio distaba de ser grácil. Uno ve con asombro el logro en el frontal y queda en lo inexplicable a la hora de ver una solución austera de líneas en la parte trasera.
Como cerrándolo según indican las líneas del auto sin el menor intento de darle carácter.
Un final exhausto, se dejó todo en el resto del auto para terminar en esa retaguardia donde vence el rectángulo hundido en color negro. Es muy probable que la intención fuera poner algo más elaborado pero era 1974.
El auto real luce tanto mejor que la miniatura en ésta parte, ya que se aprecia que las ópticas están situadas un poco más hacia los lados, dando una imagen mas ancha del mismo.
Aquí es donde se apreciaría un modelo de alta gama, donde el detalle, la calidad de insertos y terminación harían de éste auto una delicia en escala.
Sin embargo éste modelo hace lo suyo, con lo que tiene.
Podría haberlo reseñado antes, ya hace tiempo salió a la venta. Pero desde que lo tuve supe que lo urgente no debía tapar lo importante.
Y un Tulia de Crespi es importante.
Magníficent Crespi Tulia GT!
Contra la parte trasera del Torino nadie puede, siempre termina sobresaliendo la forma original, llámese Lutteral o Crespi. Y nada mejor que un buen rescate de esas revistas (ya hoy "antiguas") para retratar un auto así...
ResponderEliminarEsas publicaciones de antaño tenían algo especial que los hacía lucir mas.
EliminarNo se verían muchos de éstos, una producción muy limitada, aunque de buen seguro que son muy recordados, porque es bonito bonito de verdad.
ResponderEliminarAún siendo un producto típicamente setentero, sus líneas son eternas. Es una lástima que la miniatura no esté a la altura del esfuerzo que puso su creador, pero para hacerse una idea, basta y sobra. El interior está pidiendo a gritos unos toques de pincel, pero por fuera da el pego.
Saludos.
La furma filosa de un deportivo nunca pasa de moda y siempre resiste el paso del tiempo.
EliminarBellísimo. Si no me equivoco los Superagentes conducen uno amarillo en alguna de sus películas -cuando no utilizan el también maravilloso Chevrón-. La miniatura está bastante bien y creo que cumple para recordar este hito argentino.
ResponderEliminarCoincido con DelAlicanto, ambos vehículos fueron usados por los super agentes (es mas, cuando se usó la Tulia, el mismo Crespi les explica el funcionamiento de los gadgets del auto). Miniatura bienvenida, aún con pequeños deslices, son estos rara avis, a mi modo de ver, los que terminan de argentinizar la colección. Creo que, con paciencia, haré el convertible también. Saludos. Luis
ResponderEliminarLástima que en la filmación le rompieron la trompa al Tulia amarillo, si se fijan bien, en la primera aparición tienen una persecución que termina el auto a los saltos. Y en la segunda aparición, el Tulia aparece con el spoiler de la trompa arrugado.
Eliminarsi, señor gaucho, el babero muestra el ímpetu del uso excesivo, hay tomas con el sano y otras partido
EliminarY si... por ese entonces no solo teníamos superautos, también una industria cinematográfica que los enaltecía... bueno no tanto... A TODOS LOS AUTOS LE PONIAN EL MISMO RUIDO DE MOTOR ACELERANDO!
EliminarY todos los disparos también tenían el mismo ruido, agudo por cierto!
EliminarA lo western spaghetti!
EliminarSalvat no ha logrado afinar el lápiz con ninguno de los Torinos de la colección, y en este modelo falla en la retaguardia, que es justamente dónde más asoman los rasgos del Torino que hay en sus entrañas.
ResponderEliminarA veces me pregunto si es que no le pega una o nosotros lo miramos con ojos enamorados... Ya sé, que me fije en las medidas...
EliminarCabo, me sorprende su alegato en favor del trabajo de Crespi!
ResponderEliminarCoincido en cada una de sus palabras, el tipo es un prócer nacional.
Este Tulia nació en la competición, si mal no recuerdo le llamaban "el petiso" y quizás lo hicieron a partir de un Torino volcado, por favor verifique antes de publicar.
Pero en lo personal, le confieso que más que este Tulia, me gusta el Tulietta, hecho sobre la base de un Renault 4.
Es que hacer un deportivo sobre un Torino es meritorio, pero hacer un deportivo sobre una Renoleta es increíble!
En fin, cuestión de gustos.
Yo le pondría ruedas un pelín más pequeñas, me lo agendo para cuando tenga uno.
Yo verificaría pero el que tira la data del petiso es Ud... Igual la historia se repite hasta el infinito: Se parte de un Torino y se llega a un deportivo que reniega de ser un Torino.
EliminarUn Tulietta, quizá Salvat le de wl gusto... Piense que cada vez son menos los autos que le quedan para demorar la salida del Sprint.
Esta a la venta actualmente no deje de ver, no sea cosa que se le pase.
Es cierto lo de la injusticia de la historia, si hasta la misma miniatura lo demuestra, debiendo ser un best seller en cambio se apilan en los kioskos y parece no interesarle a nadie. Para terminar la idea habría que ver que pasa si sale un Comahue, no hablemos del que ya salió, sino de aquel con trompa y burbuja postizas, el mas famoso bah, donde se adivina el Torino en toda su extensión. Y de paso siendo un intento más en una de esas logran hacer algo bueno, porque hasta ahora todos los Torinos dejaron mucho que desear.
ResponderEliminarCoincido en que los neumáticos son uno o dos talles más grandes, algo habitual también en esta colección.
El Tiwle salió bastante bien...
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