Peugeot 404 (1967-1980) - Universal Hobbies 1:43

La historia del modelo tiene condimentos varios, mi afinidad con Peugeot es algo que demuestro sin reparos y siempre hago lugar a miniaturas de la marca. Pero el 404 resultó un caso particular, ya que Altaya inundó el mercado con miniaturas fabricadas por Ixo, así, ante tanta oferta, adopté dos modelos siendo el taxi argentino el más notable (en detrimento de la versión de Rally que fué el otro modelo al que le dí la bienvenida). Dos modelos y ninguno representaba el auto en versión civil o de uso particular.
Fué de la mano de otro fabricante de modelos, Del Prado, cuando pude dar con dicha versión aunque la miniatura resultaba austera, claro que mirándola bien era una representación soberbia de un Peugeot 404 personalizado al estilo de los 70s con sus ruedas deportivas bien a tono.

Así, con 3 modelos del 404 en mi haber, un buen amigo algo contrariado me señala la ausencia de la miniatura más esmerada y ajustada al auto real, aquella que hace pensar a esa tan lograda versión de Vitesse: la de Universal Hobbies.

A simple vista la diferencia mucho no se nota, hace falta un análisis un tanto mas minucioso para notar que el modelo goza de mejores detalles desde todos sus ángulos, así los conjuntos de las ruedas formados por neumático, llanta y taza son por demás creíbles y representativas.

La parrilla delantera muy elaborada va acompañada por ópticas bien proporcionadas. Sus luces de posición se aprecian en dos tonos ya que también estaba alojada la luz de giro en la misma unidad óptica, es un detalle que se pasa por alto en cualquier modelo económico.

La curvatura del techo precisa y con presencia del techo corredizo es otro detalle a notar, aparte de lo bien que lucen los goteros cromados que contrastan con el color verde oscuro de éste modelo particular.

El parabrisas del 404 que es de una geometría algo compleja resulta un desafío al encastre, sin embargo la pieza de plástico que lo representa se une a la carrocería con una precisión sorprendente, los limpiaparabrisas son aceptables y los detalles del capot suficientes.

El interior trabajado en tres tonos mas detalles cromados ayuda mucho, el tono del tapizado es muy familiar a lo que Peugeot ofrecía por éstas latitudes.

 Una vista desde el lado del acompañante muestra un tablero interesante aunque hay algo muy curioso, esta detallada la consola del centro (donde va alojada la radio) y no el tablero de instrumentos de mayor tamaño, dejando el mismo en tono gris plata con relojes marcados en relieve. El volante por lo contrario suma y esconde en parte el desganado velocímetro.

La retaguardia es otro de los puntos fuertes con luces acrílicas en dos tonos, tampografías que solucionan las presencia de la marca en la tapa del baúl y los cromados en los contornos de sus modestas aletas traseras. Los paragolpes tanto delanteros como traseros son muy atinados. Incluso se puede dejar al lector frente al material fotográfico para que siga descubriendo el modelo.

En Argentina el 404 se ofreció en versiones con motor naftero de 1600 cm3 con caja al volante y al piso (Gran Prix o GP) y una con motorización Diesel (motor indenor) que le dió la carta de triunfo para consagrarse como vehículo de transporte de pasajeros por más de una década.

Pasa el tiempo y la historia se nubla, en el imaginario popular queda la versión GP como la mas deportiva, siendo prácticamente desconocido una 404 S ofrecido a finales de los 60s que estuvo en producción un par de años con 115HP de potencia y 185 km/h de velocidad final.

Magníficent Peugeot 404!