Ford F350 CAP (1962) - Vehículos Inolvidables de Reparto y Servicio

Sin rival, a principios de los años 60 la configuración del Ford 350 resultaba única. Un utilitario ágil, de suficiente porte para hacer viajes de media distancia y a la vez dimensiones justas para trabajo citadino. Aquel híbrido entre camioneta súperdesarrollada y camión liviano no sólo se transformó en un producto que Ford renovaría por décadas, también fue creador de un nicho en el mercado de vehículos utilitarios.

Si nos ambientamos, a principios de los 60s este F-350 competiría con productos similares de Chevrolet y Dodge aunque la oferta de éstas últimas era mas bien limitada, ubicándose mas en pick ups y camiones sin lugar a términos medios como sería este utilitario.

Por regla general eran cabinas de camionetas montadas sobre chasis robustos de largueros y motor nafta/diesel según conveniencia. Un marcado acento en la capacidad de carga daba el uso de ruedas duales al eje trasero por cuestiones lógicas.

Medio camión, media camioneta, tomaban características de ambos utilitarios siendo del primero el chasis, diferencial y suspensión y del segundo cabina, frenos y ruedas de menor porte.
Así, a pinceladas gruesas uno puede entender la durabilidad, la simpleza mecánica y sobre todo su operatividad. Un costo contenido de mantenimiento da un fuerte espaldarazo a estos utilitarios que hacen cosas de camión sin serlo.

Respecto a la motorización del mismo se trata de un motor V8 de 4785 cc que entregaba unos 180 HP. Como opción de agencia se podía adquirir la versión diesel, con un Perkins 6 cilindros de menor potencia y menor costo operativo. A partir de 1965 Ford ofrecería la motorización diesel de fábrica.

Entendiendo el modelo

CAP (Corporación Argentina de Productores de Carnes) Nace en el año 1932 con el objetivo de regular el precio de la hacienda en pié. Entiéndase por "regular" defender el precio de la carne que se vendía sobre todo la exportada. Dicha corporación tomaba un porcentaje de las ventas de carne.
Para 1952 adquiere el Frigorífico Cuatreros (Llegó a tener 14 plantas productoras en el territorio nacional).
CAP, las siglas de la corporación, se transformó en la marca de sus productos. 
La Planta Cuatreros fué una de las últimas en pié antes de la desaparición de la CAP, siendo una de las más complejas sumando a la faena los productos enlatados.

Gráficamente si bien es un modelo sencillo trae a la memoria tiempos pretéritos donde el pincel mandaba, a mano alzada se lograba arte sin saberlo.

Hoy con tanto ploteo pretender un utilitario con las siglas de CAP pintado con detalles de sombras, simétrico, centrado y nivelado... Es tarea de un estudiante de Bellas Artes.

O si prefiere se lo digo en reversa: Lo que hoy es arte, ayer era oficio.

Visto de frente la satisfacción es inmediata, todo lo que uno espera lo encuentra. Partiendo de la matriz de la cabina bien resuelta y proporcionada, pasando por insertos justos que la completan y cerrando con tampografias que salieron según lo planeado.

Es tanto lo que da esa parrilla en sus formas y cromado impoluto que las ópticas principales no pueden tener mejor marco.
Ópticas que tienen la suerte de estar correctamente colocadas y hacen un juego de sombras soñado.
A tanto esplendor a uno le importa bien poco que las luces de giro estén pintadas como fué este el caso. Eso sí, no por ser pintura vale desmerecer, nótese el marco en color plata de las mismas.

El paragolpes se prefirió en blanco y lo bien que hicieron- Dejando de lado algún testimonio documental, pretenderlo cromado quitaría protagonismo a la grilla delantera y en color negro la combinación con el verde oscuro no hubiera resultado feliz.

Respecto a la pieza respeta formas y da detalles de bulones y alojamiento a la matrícula.

Más! La tampografía de V8 aumentada hasta la indecencia no falla.

El detalle de las letras de FORD debajo es casi perfecto, considerando ubicación, relieve y detallado, se puede decir inusual.

El detalle lateral es más que suficiente a nivel matriz, se copia las nervaduras de la puerta, picaportes y goteros del techo.

Es muy probable que éste modelo esté pensado para varias colecciones más... Y si pretender repetirlo en ésta (con otro uso) nadie se va a quejar.

Detalle de la bestia, la insignia de 350 en el lateral y tampografías propias de su uso comercial.

El espejo retrovisor es robusto y macizo.

So pena de recibir roturas, un mástil más delgado (y cromado) dejaba el detalle diez puntos más arriba por realismo y por complejidad. En dos tonos, mástil cromado y reverso del espejo en blanco simulan ser dos piezas.

Si se conformoba con una carga de combustible pintada (como lo es el picaporte) que sea pieza aparte es una atención que nos da el fabricante.

Ya la zona de carga es otro tema. Antes que nada se debe entender que es un modelo ante todo modular, es decir está la cabina, el chasis y la utilidad que le venga en suerte detrás.
No hay continuidad ni debe, como camión pequeño es su lógica y encontrar una estructura cúbica es lo más natural.

Aquí con este ejemplo de lo que sería un furgón refrigerado vintage: De vivo aluminio con infinitas nervaduras, carente de equipo de frío, siendo su fin conservar el frío propio del contenido o hacer que el mismo demore más en perderse.

A una compuerta lateral discreta se le suman las compuertas traseras profusamente detalladas. Siendo esta de pieza de plástico (A diferencia de la cabina) permite un detallado de herrajes de alto nivel.

Y si sigue el tampografiado foto tras foto verá que no falla ni una vez.

Si está molesto por que las luces traseras no tienen protagonismo, las mira ubicadas en lugares sombríos...

Incluso a la sombra de la matrícula trasera, casi invisibles...

Póngase contento por que realmente la cagaron con esas ópticas.

Como un F350 del 62, respeta absolutamente todo, gráfica, accesorios y las mátriculas. Estamos en presencia de un vehículo de época.
Por el año 62 no existían ópticas tales que incorporen luz de posición, freno, giro y retroceso. Una simple luz de posición roja y redonda era lo necesario.

El lado positivo es que para arreglarlo es un cambio sencillo. Y si prefiere éstas ópticas pues cambie las matrículas por unas más actuales.

El caño de escape ya viene pintado y sigue sumando puntos para el resultado final.

Las ruedas traseras duales son eficientes a la hora de dar realismo al modelo, llantas trabajadoras desprovistas de todo lujo mostrando las tuercas. Bien de formas, mostrando detalle del eje, suma además los neumáticos con acertado dibujo y altura de talón.

Las delanteras les siguen, los rodados son perfectos. Se dice y no se siente estar exagerando.

El interior cumple y representa todo lo existente en las cabinas que ofrecía Ford en aquellos años: Grandes paneles para instrumental... Con poco instrumental.

Pero lo bueno es que están! Es el segundo modelo que trae el tablero detallado en ésta colección. No será el tablero de un Boeing 747 pero está! 

El modelo es de sobrado interés ya que es la sumatoria de un vehículo de carga harto conocido y querido con una marca muy conocida por ése entonces, sobre todo por sus productos enlatados en góndola.

Un doble tino, como dos cabezazos en el área, siempre termina en gol.

Sumando la buena ejecución del modelo, ya son tres aciertos que dan garantía de todo. 

Magníficent Ford F-350 del 62!