domingo, 24 de diciembre de 2017

NSU PRINZ 30 (1959) - Autos Inolvidables Argentinos


El lenguaje coloquial, normas de conducta, el decoro y las buenas costumbres a la hora de negociar constituyen una verdadera trampa. En cuestión de negocios se vive hablando en un lenguaje elegante y a la vez ameno, brotan números, precios, se proyectan deudas y se amigan con un trato respetuoso... Y si hay mucho dinero en juego diría hasta cariñoso por la parte acreedora que no toma el riesgo.

No hay términos amables, respetuosos o tan sólo neutrales para preguntar si la contraparte efectivamente va a cumplir con lo que propone... Sería una falta de caballerosidad, de respeto y  de honor preguntar de forma directa a la persona enfrente si tiene la intención de cagarnos estafarnos.
Así una negociación es una conversacion que es más parecida a un juego de cartas que a una conversación.

Uno quiere saber si el tipo del otro lado del escritorio es solvente o viene a estafarlo pero pregunta como va su empresa, del otro lado responde hablando bondades de la empresa y exagerando logros... Y responde sabiendo que no estan hablando de su empresa sino de su solvencia!
Así en este ciclo de "te pregunto pero en realidad quiero saber otra cosa y te respondo tu pregunta pero a la vez respondo por la otra cosa" surgen un sin fin de mal entendidos y si los interlocutores hablan distinto idioma peor.

En 1959 se sanciona el Régimen de Producción Automotriz Argentina que da origen a varios fabricantes de automóviles, entre los cuales se encuentra Autoar, que acuerdo mediante con NSU trae a la Argentina el Prinz.


 A Autoar le interesaba bien poco el Prinz, lo que le importaba era el negocio, Piero Dusio, dueño de la misma acarreaba considerables deudas de Cisitalia en Europa por su ambición de correr en F1 y la posibilidad de hacer negocios por estas latitudes alejado de sus acreedores, así y sólo así, eran tentadoras.
Al gobierno argentino le interesaba bien poco el Prinz, lo que le interesaba era que se instalen fábricas para que se produzcan ya que al momento en Argentina más que fabricantes eran armadores con partes importadas.

Cuestion de porcentajes había un límite de piezas importadas para ensamblar los vehículos y lo demás sería nacional, el trato original gozaba de ese espíritu con miras a desarrollar una arquitectura fabril donde a cada línea de ensamblaje estaba rodeada de autopartistas satélites que no sólo hacían partes para autos nuevos, también harían repuestos de los ya vendidos.
Volvemos al escritorio, de ambos lados asienten con la cabeza y parecen decir lo mismo pero del lado del gobierno se habla de partes nacionales pensando en la mayor cantidad posible y del lado del fabricante se habla de partes nacionales pensando en la menor posible. Pero de ambos lados se piensa y nada se dice.

Es que como todo fabricante chico resulta muy duro pretenderse todas las industrias satélites que provean material además de la fuerte inversión requerida. Siendo el proceso de reemplazo de partes importadas a desgano: Los vidrios primero... seguido de ópticas y ornamentos...


Lo previsible, muchos fabricantes chicos en un par de años se vieron en dificultades para subsistir, entre ellos Autoar que para 1963 cerraba sus puertas.
Una intentona del gobierno para industrializar el país con la esperanza que de todo lo surgido algo quede y muchos nóveles industriales probando suerte fueron el crisol de los microcoches argentinos.

Vamos al modelo:


El modelo goza de mejor suerte respecto al auto real. En revistas especializadas de la época el Prinz mostraba falencias tales como vidrios traseros que se salían o la bomba de freno que fallaba, el auto a escala es ajeno a todo eso.
Se lo vé pristino, sólido, bien resuelto y en un color más que propio y adecuado a las tendencias de aquellos años: Un celeste pastel, delicado, contrastando con generosos cromados lo hace lucir muy bien, deseable, digno de lucir en una vitrina.


Un modelo pequeño, con un largo similar a la escala 1:64 pero alto, es que el vehículo real tiene 2 metros de distancia entre ejes y si se aprecia los ejes estan muy cercandos a las puntas de la carrocería. Un microcoche hecho y derecho.
Escalado correctamente aun sorprende que las superficies vidriadas sigan resueltas en forma de pétalos remachados al techo, en un modelo un poco más grande se hace con menor esfuerzo aunque en éste la superficie del techo resulta un reto para tal práctica.


Sumando que no todos los vidrios son planos sino que los traseros son curvos puede uno cruzarse de brazos pensando un rato en la complejidad a la hora de resolver la miniatura del fabricante.
Si bien el coche real es espartano, dicha simpleza a la hora de reproducir el auto puede transformarse en extravagancia: Es mas simple hacer un vidrio que baja y se oculta en la puerta que uno corredizo.
Aquí vemos ventilete, vidrio fijo, vidrio corredizo, otro ventilete, vidrio curvo y luneta trasera en un recorrido de cuatro centímetros con la vista.


El motor ubicado atrás resulta propio, las ventilaciones de la tapa lo delatan, un dos puertas pensado para cuatro pasajeros pero con dos plazas traseras de exiguo espacio para adultos.


Sin importar el tamaño de la miniatura y la condición elemental del auto reproducido no dieron vueltas a la hora de los detalles, visagras nítidas, manijón cromado que es un inserto de pieza aparte y  tampografías en las que se lee "Prinz 30" atendiendo al nombre y potencia del auto.


La matrícula de Bariloche tampografiada resulto efectiva, si bien es un recurso que denota simplificación en el modelo el espesor de las matrículas ofrecidas en modelos anteriores se mostraba grueso, incluso en modelos que escalados doblan el tamaño de este Prinz.
Una matrícula como pieza aparte insertada hubiera resultado un desastre.
Notoria es la arquitectura del paragolpes trasero cuya defensa superior se interrumpe.


Limitaciones del caso si el vehículo real es básico, discreto, la reproducción del mismo no puede ir más lejos. Se debe contentar con reproducir su interior con lo poco o mucho que tiene el auto. Aquí  se pueden ver algunos detalles, incluso el espejo retrovisor en el tablero y no colgando del volante, quizá por razones prácticas resultaría mas versátil ahí y no colgando del techo obstruyendo la visión en un parabrisas de reducido tamaño.


No se puede pretender hacer un auto pequeño sin recurrir a la simpatía en el diseño, en el ADN de cualquier microcoche se encuentran sobredosis de histrionismo y expresividad sobre todo en el frente.
Como si tuvieran vida, orgánicos, biológicos, como prefiera llamarle, cuando caricaturizaron autos en las películas de Cars los ojos añadidos en los parabrisas no son tan notorios en éstos autos ya que las ópticas de los mismos rivalizan con los mismos.


Los insertos se estorban, uno se tapa con otro, las luces de giro invaden el espacio personal de las ópticas principales y la matrícula delantera se esconde detrás de la defensa. Hoy quedaríamos detenidos en el primer control policial, pero en aquéllos tiempos que la patente no se vea del todo por quedar detrás de la baranda del paragolpes era moneda corriente, ni se lo tomaba como falta.


El escudo pretencioso resalta el capot y teniendo en cuenta que en el proceso de tampografiarlo cada color es un paso, por los cuatro necesarios para lograrlo se agradece mucho.
La perla es lograr leer Autoar bajo ese escudo, esa raya gris, minúscula, de menos de medio milímetro de espesor, cuando es magnificada por el zoom muestra su secreto.
El espejo retrovisor ayuda y mucho a tomar noción de las dimensiones, luce enorme cuando es del mismo tamaño que cualquier espejo estándar en escala 1:43.
Los limpiaparabrisas sufren de igual modo, el espesor de los mismos resulta natural a modelos anteriores pero en éste son exigidos a una delicadeza mayor que no pueden otorgar, curiosamente estan colocados con mucha precisión.

Algo importante que resume mucho del modelo, dentro de la colección de Autos Inolvidables Argentinos es uno de los que mayor calidad tiene, a tal punto que fué fotografiado tal como vino sin niguna modificación o correción, un modelo que da gusto, digno de ser atesorado. 


 Magníficent Autoar NSU Prinz!

17 comentarios :

  1. Sympatyczne maleństwo, nie wiedziałem, ze ktoś produkuje model tego samochodu. Jak na tak maleńkie rozmiary wygląda naprawdę bardzo szczegółowo. Piękna miniaturka:)

    Pozdrawiam i życzę Wesołych Świąt!

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    1. To prawda, bardzo szczegółowe, jeśli chodzi o rozmiar! Wesołych świąt też dla Ciebie!

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  2. Impresionante, me tuvo con lo del histrionismo automotor.
    El modelo tambièn es impresionante, una lecciòn de buen hacer que todo neocoleccionista deberìa aprenderse y/o tatuarsela en la espalda.
    Pensar que andan nabos por ahì suspirando por el ràpido y furioso, denostando este magnìfico ejemplar.
    Es que acà sì vale lo de pequeño gran autito, leer su reportaje es quererlo (al autito).
    Le voy a hacer un lugar en mi vitrina, total ocupa poco espacio.
    Felizidadez de Felizia para usted y los suyos.

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    1. Si a un microcoche le quita su simpatía y su expresividad y no le queda nada.
      +1 en su vitrina habla muy bien del modelo, no les estaba abriendo la puerta a los anteriores.
      Felices Reyes Magos de Reyes para usted y los suyos.

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  3. La verdad es que (al igual que con otros de esta colección) no lo había disfrutado tanto en mano como al ver las fotos en su blog, ya que todavía no lo saqué de su burbuja. Me han contado otras anécdotas pero del representante local de Cisitalia con el mismo tenor, así que la historia no me sorprende.
    Excelente reseña, y si tengo que elegir me quedo con el frontal, cuántos insertos en tan poca superficie, algo impensado en una miniatura masiva de bajo coste.
    Felices Fiestas!

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    1. No sea burbujero y saquelo de la base también.
      La ambición de Piero salvó a Porsche entre otros, per nunca es un ida y vuelta en estos temas.
      El modelo es como ver en la tele un partido cero a cero y de golpe te pasen un gol de otro partido.

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  4. Buenas y Santas Cabo! Muy ilustrativa la reseña...flor de tránsfuga el tano...como tantos que vinieron a "hacerse la América".

    Vino lindo el Prinz, el único defecto que trajo el mío es que un faro delantero brilla menos que el otro, creo que pichulearon cromo en esa luz...¿la desarmo y la pinto con chrome silver por adentro? Creo que lo voy a hacer, para pintar también el espejo retrovisor interno, que en las fotos del auto real en el fascículo es metálico (debe ser un dolor de ojos cuando al mediodía pega el sol sobre ese espejito en el tablero...).

    Me extraña que ni siquiera le pintó los escapes! Vamos, no sea vago, ha demostrado meterle mano a detalles mucho menores que ese!
    El retrovisor externo, sin dudas se agradece el detalle, pero tiene un grosor que más bien parece una jaula antivuelco!

    Abrazo grande y feliz año Cabo!!

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    1. Como quedo esa óptica? O sigue tuerto su prinz?
      Yo en esos casos recomiendo pedirle otro modelo al diarero, suele ser una solución bastante efectiva.
      Respecto al espejo interior tenga cuidado por que puede estar sobredimensionado y pintándolo se notaria mucho.
      Mis escapes son negros, tomelos como una licencia, la verdad llega muy bien el modelo para meterle mano. Respetaré su originalidad.

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    2. Buenas y Feliz Año Cabo! Sí, sigue medio tuerto el Prinz. En realidad tengo una lista de cosas para hacerle a todos los Inolvidables (el escape por ejemplo, mal que a Ud. le pese! jaja). Son modelos que con muy poco detalle agregado ganarían mucho en realismo, pero claro, pedirle eso a los chinitos elevaría los costos... en fin, lo haré yo... Abrazo!

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  5. Antes que nada, les deseo Felices Fiestas!.
    Con respecto al modelo, le cuento que al retirarlo del kiosco de revistas, le muestro el respectivo modelo a mi hermana. Ante la expresión "¡Ay, pero que bonitooo!" tuve que luchat denodadamente para que no terminara en su casa de muñecas...
    En fin, con respecto al modelo real, aqui por mis pagos hay una casa que se especializa en tunning y construccion de replicas estaticas (si bien ruedan y tienen direccion) a escala real, sobre todo autos de formula 1.
    Varias veces me quede frente a la vidriera que exhibia la W196 de Fangio! Una locura.
    Hasta qye un día coloxan en lugar de la flecha de plata este pequeño NSU Prinz, de color blanco. Los mese pasarin, y el auto avenzaba en su restauracion. Al fin el NSU inmaculadamente terminado: miren esas rueditas delantras, y esas opticas pegueñitas, y las lineas perfectas, conservadas hasta el capot, donde asomaba un V8,con ruedas traaeras del tamaño de un formula 1 de los 70; y un aleron estilo Pikes Peaks.

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    1. Muchas restauraciones a falta de piezas originales o al menos correctamente adaptadas se entregan a lo obtuso.
      El equivalente de hacer un hermoso dibujo en papel y a medio trabajo se corre la lapicera... Como un dibujo exacto ya no podrá ser lo terminan asi nomas... O se lo tachonea...

      Mire que idea, compra 4 prinz, les corta el techo, les pone dos volantes grandes y un solo asiento de dimensiones generosas atras y voilá ya tiene cuatro coches para hacerle una calesita a escala a su hermana... Lo vengo masticando para hacer una para mi hija.

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    2. Lo de la calesita no se me hubiera ocurrido jamas!, En vez de transformar los Prinz, seria bueno conseguir los Jerry microcupe para ahorrase todo el trabajo. Feliz Año Nuevo!

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    3. Me hará googlear el Jerry microcoupé? Pues sį, me hará googlear.

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  6. la historia del tano es riquisima. da para un par de libros. diga que cuando se le aparecio al General, ya lo encontro medio reacio a sacar la billetera, despues de gastar tantos millones en energia encerrada en cajitas de fosforos. ( aunque como son las cosas. gracias al tano atorrante hoy gozamos de Porsche, y gracias a Ritcher y el proyecto Huemul hoy tenemos el instituto Balseiros... en fin. La miniatura, una delicia (y mas la putean, mas me gusta). no hay mucho para agregar!

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  7. la historia del tano es riquisima. da para un par de libros. diga que cuando se le aparecio al General, ya lo encontro medio reacio a sacar la billetera, despues de gastar tantos millones en energia encerrada en cajitas de fosforos. ( aunque como son las cosas. gracias al tano atorrante hoy gozamos de Porsche, y gracias a Ritcher y el proyecto Huemul hoy tenemos el instituto Balseiros... en fin. La miniatura, una delicia (y mas la putean, mas me gusta). no hay mucho para agregar!

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    1. Lo que sucede conviene, aunque en éste caso la conveniencia era para otro.

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  8. Buenas noches, este es mi primer comentario. Acabo de conseguir este modelo, un tanto olvidado,, en un puesto de diarios. Debo decir que es simpático con tantos insertos, pero tiene una gran contra: la parte trasera del techo. Le faltan dos milímetros de largo, la luneta está demasiado inclinada y las ventanas curvas no solo parecen cortas, sino que en su parte superior están demasiado inclinadadas hacia atrás. Le da un aire más de Dinarg que de NSU. Pero es un auto que siempre me gustó desde chico, eso lo hace menos doloroso. Saludos.

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