viernes, 18 de abril de 2014
Burro Buggy (1972 - 1974) 1:43
En el mundo de los modelos a escala hay muchos dealers y cada uno tiene sus virtudes y defectos. Este modelo en particular me lo vendieron los hermanos Vicario. El mismo llegó a mis manos en una caja, dentro de otra caja cerrada de mala gana con el destinatario original tachado y mi nombre escrito con inusual desprolijidad.
Costumbre es revolver los papeles que acompañan al modelo, uno encuentra por lo general cotidianeidades de tierra lejanas, como la revista de ofertas del Carrefour de París o quedar atónito frente a las publicidades de Le Figaro donde Givenchy toma una página completa sólo para una foto. Aquí, muy lejos de tanto glamour, uno pasa las hojas entre avisos que dicen "Membranazo" ofreciendo soluciones a gente con goteras en el techo con su infalible membrana asfáltica...
Claro es que esta caja venía de Colombia (algo poco usual) y el relleno prometía una experiencia nueva...
Mientras revolvía y planchaba papeles para llamar a mi señora esposa con un efusivo "Mirá vieja mirá!" (costumbre ya arraigada) aparece un papel manuscrito que mencionaba un tal Santiago Nasar y una nota de pedido de un tal San Román que envolvía mi buggy con una bandita elástica... un mensaje algo inquietante.
Leyendo el manuscrito detenidamente veo que es una carta de Bayardo San Román donde hace constar que fué explícito y muy claro en su solicitud de una compra que había realizado a los hermanos Vicario: Quería un Buggy, tal como era ofrecido en los coleccionables brasileros, lo apreciaba en fotos de la editorial y su ilusión rayaba el antojo por la determinación que se mostraba en las líneas de su misiva.
Los hermanos Vicario tienen fama de comerciantes serios y habían tomado el pedido con sobrada confianza y cuando el trato parecía cerrado reciben esta carta de inconformidad del cliente:
"En el paquete recibí un Buggy que sufrió vejaciones varias, lejos de encontrarse prístino y en las condiciones en que lo ofreció el fabricante. El mismo no sólo perdió la virginidad sino que vino acompañado de una nota donde se detalla cada acto impropio practicado contra su pureza.
Las leyendas laterales ocultas y el motor metalizado floreciendo en su retaguardia me impide verlo como digno... Pero que un tal Santiago Nasar, autor del manuscrito, me sugiera en tono confianzudo que piense en un Renault Gordini cuando vea el motor lo tomo como una afrenta hacia mi persona.
En lo que a mí respecta, sepan de la poca honorabilidad con que serán considerados El Sr. Santiago Nasar y cualquier Vicario de aquí en más"
Quién es Santiago Nasar y por que sacaría al Buggy de su estado natural?
Una bofetada al honor, ¿Quizá la vida de Santiago Nasar sería pago suficiente para los hermanos Vicario que poco entendían de modelos modificados?
Mas allá de disconformidades de coleccionistas obsesivos y mirando con buenos ojos al modelo uno se siente a gusto, un Buggy pero con aire argentino.
Y si alguien notó algo extraño en esta nota, es que a partir de hoy todos tenemos algo de Gabriel García Márquez, maestro para muchos de habla hispana... que hoy nos ve de lejos, muy lejos.
Hasta pronto!
Ante todo, yo trataría de no comprar nada a nadie que ostente el apellido Vicario. Y por extensión y por las dudas, a ninguno que se llame Nasar.
ResponderEliminarAunque a usted la aventura le salió bastante bien, y hasta dan ganas de comprar un buggy.
Pensar que tuve una época niña en que me fascinaba ese auto! No debo haber sido el único, seguramente, aunque hoy me resulte un concepto poco serio de la automoción.
En cualquier caso, lo felicito, su buggy está mucho mejor que el pseudo VW de pull back que me tocó en mi huevito de pascua.
Y es que fué una Crónica de un modelo anunciado...
EliminarTengo imágenes mentales perturbadoras ya que me dijo que le gustaba de niña... Y verlo amigo gaucho bajando corriendo con trencitas como toda una Ingalls no era algo previsto para hoy!
Muchos tuvieron intenciones con este auto, ya que es el vehículo recreativo por excelencia, quien no quisiera uno para el próximo verano!
Intrigante historia, simpatico y bello el buggy !
ResponderEliminarSaludos!
mariano.
http://autos1-43.blogspot.com.ar/
Que bueno que le haya gustado, si no lo leyó de la pluma de García Márquez y sin miniatura mediante se lo recomiendo, es una experiencia única.
EliminarHermoso Buggy! Soy de los que se embelesaban con ellos en los setenta, cuando era común verlos en la calle.
ResponderEliminarAbrazos!
PD: Gaucho no dijo que "le gustaba de niña", sino que tuvo "una época niña"! Como la época es femenina, tuvo una época niña; distinto es si hubiera tenido "unos años niños". Ahora, si decía "tuve unos años niña" ahí estábamos complicados... Clarito como discurso de ministro de economía...
Juan! y si uno no se entusiasmaba tenías un dibujo animado de un súper buggy que se podría decir que era el antecesor directo del auto fantástico dado que hablaba y hacía toda clase de acrobacias.
EliminarTambién había un videojuego muy popular en el que manejabas uno en los 80s... es que el vehículo encarnaba la esencia misma de la conducción recreativa.
PD: No entendí bien... el Gaucho tuvo una época femenina? No voy a permitir que dude de la sexualidad de mi amigo! Y el discurso del ministro? No me diga que fué el Gaucho quien devaluó la moneda! Por que el gobierno dice que no fué...
Saludos Atentos
Esther Píscore
es correcta la lectura de juan, la "niña" fue la època, en esos años yo era bien machito.
Eliminarahora, a veces me tira lo otro, pero despuès se me pasa
Es que Juan me lleva ventaja en hermenéutica que quiere que le diga...
EliminarCabo, es que en la universidad aprobé Semiótica con 10.
EliminarLa culpa de los problemas económicos del país los tiene Gaucho; ha hecho tambalear la balanza de pagos de varios países con las ventas de sus Gaucho Models al extranjero!
Claro Gaucho, en esa época fuiste niño; en estos años, cada tanto y para no aburrirte, por un rato juegas a ser niña... (¡te presto una muñeca y jugamos a Barbie y Ben!).
genial, así de paso me mostrás fotos dela semiótica, siempre me fascinó la botánica!
EliminarLos retoques en el motor le quedaron perfectos!!!
ResponderEliminarEn ocasión de contemplar el suyo (en estado original) recuerdo que cruzamos palabras respecto a la necesidad de "ayudar" al modelo ya que al ser de concepción simple, sumarle el desgano al detallado de sus partes mecánicas era demasiada carga "negativa".
EliminarHistoria para no pegar ojo en la noche, pero un auto para no cesar de hacer kilómetros.
ResponderEliminarMe encanto el Buggy
Saludos
;)
Es un modelo pintoresco que se sumó a la colección, el toque de "color" que uno experimenta al ver en persona modelo tras modelo, sedán tras otro y derivados. Interrumpe con grandes ruedas y prácticamente nada de cromo la monotonía de un estante.
EliminarY el relato toma prestada la trama de "Crónica de una Muerte Anunciada" y sus personajes para hacerlo mas evidente.
Se reemplazó a la esposa de San Roman (hermana de los Vicario) que no llegó virgen al casamiento gracias a Santiago Nasar... por el Buggy (?) que tampoco llegó "virgen".
Amén de lo forzada adaptación saca a relucir vicios y obsesiones propias de coleccionistas, incluso profundiza la frase "conseguirle novia a un modelo" tan usada cuando se tiene un modelo para un gusto particular para canjear o vender.
Interesante, tanto la historia como el modelo que dicho sea de paso quedó muy bien, sin esa leyenda lateral ignota por estos lares.
ResponderEliminarEs uno de esos casos extraños donde menos es más.
EliminarQuizá la naturaleza de nuestros buggys (que eran kits en su mayoría) daba como resultado que no hubiera uno igual al otro. Entonces una reproducción genérica del mismo resulta en un promedio de todos.
Un gran acierto de la colección Brasuca sacar este Buggy, que nos es muy familiar a nosotros.
ResponderEliminarPara usted que colecciona Nacionales, están por salir el Duna Weekend, el Gacel y la 147 Fiorino. Justo que se corto la importación!
Lindas promesas guarda esa colección, queda la esperanza que Altaya mire con buenos ojos nuestro mercado ahora con tantas restricciones que le favorecen.
EliminarTan encantador que se antoja subirse y eso que es difícil que un buggy, incluso uno real, no parezcan de juguete. Maravillosa réplica.
ResponderEliminarSaludos !!
Hoy tiene los dotes de un vehículos recreativo juvenil y desnfadado, en su contexto original, en los 70s, cuando la mayoría de las automotrices hechaban mano al cromo y chapa gruesa para las carrocerías, un buggy de fibra de vidrio resultaba aún más radical en su concepto.
Eliminar