domingo, 17 de enero de 2021

Fiat Brio (1987) - Autos Inolvidables Argentinos


 La década del 80 en Argentina fué variada (por decirlo de alguna manera y que no sea dramática). Quien mira los primeros años, verá productos de importación como glamorosos Mercedes y autos japoneses de todo tipo principalmente.
Quien mire los últimos años de los 80s verá las terminales automotrices sacando nuevos modelos un tanto más acordes con lo que ofrecían en Europa las respectivas marcas.
 
En letra chica, muy chica, se aclara que los Mercedes, los japoneses de alta gama y el 0 Km no estaba destinado al grueso de la población. Acentuándose a la mitad de la década con una hiperinflación galopante, la ecuación era que un Peugeot 505 o un Renault 18 cero kilómetro tenía el valor de una casa.
No era que una casa estaba barata, un auto era tan caro como una casa. Así lo descubrieron luego de invertir millones en publicidad y ver que al final los quienes compraban los autos era una porción de la población. 
Para que tenga en cuenta el lector foráneo o para el que no vivió por esos años, tener un Renault 12, un Ford Falcon o un Peugeot 504 de los 70s en los años 80s correspondía a una respetable clase media.
 
Autos que no se venden, precios que no bajan, entre las soluciones posibles estaban los créditos imposibles de pagar, los interminables autoplanes y como última opción sacar unidades baratas.
 
Así nacieron el Fiat Brio y el Renault 12 L, los principales exponentes de esta movida que si bien se las pelaban para ver quén era el más barato, también se discutía cual de los dos seguía siendo un auto.
 
El Renault 12 L fué una versión desatendida y sin lujo alguno del Renault 12, paneles lisos, butacas en cuerina sin apoyacabezas, sin cubrecárter, sin radio y sin desempañador en el vidrio trasero. Todos elementos "añadibles" por el propietario fuera de fabrica (cubrecárter y radio generalmente). 
A Renault si bien le fué bien en ventas con el 12 L (Se usó mucho para taxi) a largo plazo le jugó en contra: Las diferencias entre un L y un TL no justificaba el precio del TL.
 
 
Fiat en cambio ofreció el Brio, a diferencia de Renault eligieron presentar un auto que no tenga relación alguna con los productos que ofrecían sus terminales en aquél entonces.
 
Era semejante el Fiat Spazio, pero no lo era, tenía ópticas traseras del Fiat 147 pero no lo era, la carrocería tenía una reminiscencia con el Fiat 133 pero no lo era.
 
Tiempos sin internet, nuestra cultura automovilística local era muy instrospectiva y apenas por películas o alguna revista nos enterábamos de los autos de otros países.
 
Además las automotrices locales ya tenían fama de estirar la vida útil de sus modelos con interminables liftings. Así para muchos el Brío fue un 133 con motor delantero, otros pusieron sus fichas en un 147 economizado.  
Los que estaban bien informados, sabían que se trataba del 147 brasileño de los años 70s en su versión elemental, que para 1987 ya no se producía en el país vecino.


La editorial que nos ofrece éste modelo también estaba al tanto, teniendo el 147 brasileño en existencia era sólo un cambio de nombre. 
Efectivamente, el modelo se ofreció en la colección Carros Inesquecíveis do Brasil como "Fiat 147 -1979" en color amarillo (Más específicamente, según el Catálogo de Colores Baus, es el Amarillo Bochorno 1123, puede ir con el código a la pinturería si gusta).
 

Hay dos problemas con éstas licencias modelísticas:
 
 
El primero, es que el modelo exteriormente es el mismo, lo que es correcto. Pero el interior es distinto y el modelo por no cambiar la pieza resulta incorrecto.
 
El segundo problema, es que la licencia de la editorial anula mi licencia literaria: Me hacen escribir más y me pone de mal humor.
 
 

A sabiendas del defecto en general ya se sabe que todos los errores del modelo lo encontraremos en su interior.

Sucede que el Fiat Brio es el resultado del prototipo Fiat VAE (Vehículo de Alta Eficiencia) que en realidad debería llamarse Fiat DASH (Despreciamos Al Ser Humano).
 
 

Quien conoció al Fiat VAE puede ver al Brío como un coche presidencial:

Asientos de armazón de caño y lona... No se atreva a decir reposeras.

Sin asientos traseros.

Sin cinturón de seguridad.

Dos teclas en el tablero para luces de giro, una para la izquierda, otra para la derecha y las dos juntas para hacer de balizas.
 
Un perilla o palanca central que comandaba la calefacción

Tablero minimalista: velocímetro y cuatro indicadores lumínicos o luces de idiota, incluso para el combustible.

Pare de contar.


Quien conoció el Fiat Brío ve a cualquier auto como coche presidencial:

Ahora los asientos son tapizados.

Tiene asientos traseros.

Tiene cinturón de seguridad en las plazas delanteras, no inercial.

Las teclas de las luces de giro y balizas fueron tan llamativas que quedaron! 

La gran perilla central también quedó, como el tablero, el sistema de frenos sin servo y alguna que otra cosilla como la calefacción sin forzador de aire... simplemente era el calorcito que dejaba el agua al pasar.

Volviendo al modelo, el tablero del 147 brasileño nada tiene que ver con la chapa estampada y pintada en negro mate con un tablero raquítico. 

Aquí es donde nos ponemos firmes y reclamamos la austeridad en escala de nuestro Fiat Brío!

 


 El tapizado de las butacas esta bien representado, el detalle de la ausencia de los apoyacabezas es correcto.


Los paneles de puerta demasiado elaborados.


Pero la falta de la bandeja o tapa detras de las plazas traseras hace revivir el concepto del auto original.



El frente esta bien resuelto, un buen inserto era lo que necesitaba. 

En una de las ópticas quedó una rebaba plástica, que no puede verse con el modelo en la mano, resulta hasta molesta en fotografías.

Las luces de giro siguen el espíritu del auto: austeras al extremo.

El paragolpes de chapa en negro está bien representado, nótese que estaba diseñado para una matrícula más larga. 

Es un Fiat Brío Tucumano segun la matrícula con la letra T. Si bien el soporte de la misma luce grueso y macizo, la misma figura bastante delgada, bastante acertada.


Capot muy Fiat con rendijas al centro.

Los limpiaparabrisas no comulgan con la perfección respecto a su colocación, pero son aceptables.

El retrovisor de la puerta luce genérico, con líneas más curvas y fluídas respecto al original.

 


Del lado contrario el espejo hace lo que puede limitado por sus formas.

Error grosero los ventiletes en las puertas, puede solucionarse reemplazando por un transparente liso. También puede quitarlos, dejando la puerta con el vidrio bajo.

Siguiendo con errores en los cristales laterales, el Fiat Brío tiene el vidrio trasero fijo.

La matriz es buena para el 147 carioca y por extensión para nuestro Fiat Brío. Las nervaduras, molduras y pasaruedas resultan convincentes.

También es adecuado el detallado de aperturas que luego de la capa de pintura lucen como deben.

 

Se puede concluir que el exterior del modelo es su fuerte, aunque la parte posterior del mismo sufre un poco, ya que el modelo es elemental y lo poco que trae exige:

Bien por el paragolpes con una luz de patente que luce como añadidura.

Bien las tampografías, aceptable la de Fiat a la izquierda y elogiable la de Brío a la derecha, atendiendo que la misma es corpórea, a dos tonos, con fuente tipográfica propia de la marca.

Floja, muy floja la matrícula trasera con aristas en ángulos rectos cuando debían ser redondeadas.

Las ópticas traseras estaban bien para modelos de dos generaciones atrás. Hoy resultan imperdonables los tremendos circulos que dejan las fijaciones.

El caño de escape en color plata suma pero no demasiado, en negro también servía.

 

Las ruedas son aceptables por que la llanta es aceptable y el neumático también. 

El detallado del grasero en plata, al centro de la rueda, aporta más a detallismo técnico que a estética, algo que es bueno y no se ve a menudo.

 

En definitiva y tomando el modelo en su totalidad, dudo seriamente que el fabricante haya tomado nota de qué tan austero era éste auto. 
Si bien el Fiat 147 de Brasil no tenía demasiado, el Brío demostró que se podía tener menos.

Para unos la obra maestra de la austeridad, para otros pasó la barrera del abaratamiento hasta lo ridículo.

Olvidado para la mayoría con razones sobradas, incluso olvidado por la propia marca que jamás te dira "Te acordás cuando compraste nuestro Fiat Brío" Como si fuese un buen recuerdo.

Con todo, el Fiat Brío cumplió su cometido: Hizo lucir más al Fiat Spazio que daba el confort de un auto común. 

El auto tuvo una corta vida comercial, lejos de venderse como pan caliente la gente prefería abrazarse a un usado con mucha lógica. Sus sucesores sería el Fiat Spazio T y el Vivace, versiones básicas del Fiat Spazio, autos más "comprables" que el Brío.

Pero todo lo malo redunda en bueno para el modelo, ya que sus carencias eran sus virtudes y su llamativa historia. No era un auto que de gusto comprar, pero su modelo en cambio es atractivo como testimonio de su existencia.


Magníficent Fiat Brío!



20 comentarios :

  1. "menos es más", hay que decir para esconder la vergüenza en un bolsillo y el autito en el otro bolsillo.
    Me gusta mucho el pequeño testimonio, podemos decir "testimonio de bolsillo" para seguir con la analogía del párrafo anterior.
    Anóteme con uno por favor!

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  2. Tuve la "suerte" de viajar en un VAE, y, efectivamente, el brio era una limusina. La miniatura, claramente, es un refrito de la brasileña, con ruedas brasileñas, luneta corta brasileña, ventilaciones atrás de las ventanas laterales (muy altas, estas, en el modelo) que se dejaron color carrocería para disimular, y que el nacional no trajo, además de las diferencias ya mencionadad x el cabo. Pequeña aclaración, los paragolpes eran plásticos, los mismos que en el 147. Así y todo, creo que es bueno que uno de los monumentos a la austeridad entren en la colección (mas allá que no lo incorporé), y, si hubiera sido matriz nueva, habría elegido el VAE para graficar mas la situación. Un austero saludo. Luis

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    1. Auto tan austero que su miniatura oficial es un auto parecido.

      Dígame si no es para adoptarlo como a un perrito callejero!

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  3. Ante todo feliz año cabo.
    en cuanto a la miniatura como dicen aca, reproduce a la brasilera, pero peca de defectos de tamaño como el vidrio ventilete trasero que resulta inmenso comparado con el de la puerta, y como mencionan la luneta chica , como los primeros 147. Tambien el paragolpes trasero esta colocado muy bajo, queda como con cola caida. En brasil hubo conparagolpes metalicos,aca no.
    Esta mal pero no tan mal, peor les salio el r5, pero eso es para otra historia no?

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    1. El Renault 5 no creo que tenga historia. Pero si va al Vademécum puede encontrar el de Solido... austero... pero Renault 5 al fin.

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  4. Más allá de todo lo comentado, y como dije en otra reseña de un colega, después de ver horribles modelos hechos "ad hoc", al menos éste tiene las proporciones, el color y los detalles en líneas generales adecuados, por más que sea un refrito anterior. Llamémonos dichosos.

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  5. Lo primero que me sorprende de este vehículo, llámese Brío o 147, es que saliera a la luz a mediados de los 80. Una cosa es fabricar un vehículo económico, y otra, lo que a todas luces parece un objeto claramente obsoleto (lo de apretar un botón para cada juego de intermitentes, y darle a los dos juegos para balizar el vehículo... ...eso me ha "matao").
    Respecto a la miniatura, tan solo ustedes pueden apreciar las diferencias con la versión brasileira, por aquello de la cercanía. Nosotros tan solo podemos verlo como un Seat 127 con distinta calandra y diferente ventanuco trasero. Hay alguna que otra rebaba y los sempiternos pinchitos negros de las ópticas: no parece de lo más acertado de esta gran colección, pero si alguien quería darse el gusto, pues ahí tiene la oportunidad de hacerse con un buen molde y vestirlo a su gusto.
    Un saludo.

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    1. Los comandos de las luces de giro entran dentro de lo inexplicable.
      Hasta un Fiat 600 tenia comandos más dignos!

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  6. Excelente posteo. Supe años después de este plan de hacer más espartanos aún los Fiat, no sabía que eso se podía lograr. En el taller familiar de mi viejo pasaron de un Fiat 600 a un Vivace de los últimos. Recuerdo que mi viejo decía que el Brio era una chota y yo me preguntaba qué tanto peor que el Vivace sería, al fín era peor. Da la sensación que el tablero era de los de chapa del Fiat 600 que les habrían sobrado, jeje. Una tristeza que vendiesen esa porquería en los 80s. FIAT DASH jajaj!

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    1. La parte mas triste es que habia gente que lo compraba... Y pagaba una fortuna por un cero kilómetro aunque sea así.

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    2. Me imagino que el incentivo sería pagarlo en cuotas, contra un usado que está todo al contado. O realmente hay gente débil de mente que quiere el cero km aunque sea una lata de duraznos a precio violador.

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    3. A pesqr de verse antiguo, para los 80s su parecido al Spazio era notable, poniendole las llantas IAVA lucia bien.
      Los pormenores que aquí se detallan no eran apreciables a simple vista.

      Plan de cuotas bajas que después se ajustaban, abundantes sorteos de 0km de las rifas, concursos de tv, el Brío era el elegido.

      Sin hablar de fantasias de ruta y libertad que jamás cumpliría.

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  7. Como miniatura tiene algo que me atrae y estoy valorando comprarla, no sé si es la combinación del color beige de la carrocería con las llantas de chapa negra o qué; me parece también muy equilibrado en general salvo algún detallito sin importancia.

    Complementaría muy bien (además) una serie de FIAT y SEAT 127, 147, Fura y otros derivados sudamericanos.

    Gracias por mostrarlo y un saludo!

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    1. Antonio me hiciste acordar de la gama de colores del Brío.
      Al color de la miniatura sumale el color verde similar al verde cemento y un azul claro medio grisáceo ambos te harían dudar para elegir una miniatura.

      Luego vienen en blanco y no recuerdo haber visto en otro color.

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