DKW Fissore (1964) - Autos Inolvidables Argentinos

Cada fracaso comercial es un auto de colección invaluable que nace, pues la desventura del fabricante se traduce en modelos limitados por naturaleza.

Hasta el día de hoy, tratan una y otra vez de replicar (de manera artificial) esa condición para sacar más rédito económico a un producto salido de línea de ensamblaje: La edición limitada.

Autos en un 99% de línea con añadiduras exclusivas como insignias colores y tapizados propios llevan a ponerse en consideración por un costo mayor. Pero falta en componente básico para considerarse único, la desgracia, ya que la desgracia, el desatino, la mala fortuna es la garantía de que ése producto verdaderamente sea único.

EL DKW Fissore fué un desarrollo sobre la base del DKW 1000s dos puertas, digamos una versión coupé (no se si considerarla deportiva) del Auto Union 1000 que medio mundo conoce.
Componentes mecánicos idénticos, tanto así que mirar sus ruedas hace pensar que hay un Auto Union escondido debajo.
Eso sí la carrocería Fissore marca la diferencia brindándole un aspecto realmente deportivo, extremadamente moderno para la época y se adivina deseado en su momento.
De todas formas, el motor de tres cilindros y dos tiempos no se negocia, es DKW y todo sale con el mismo motor: Furgón, sedán o ésta sexy coupé suenan igual de "lindo".

Garantía de desgracia

Pues a la propuesta de DKW había que tenerle mucha fe, la Fissore en términos monetarios se separaba del resto de la línea, pero mecánicamente no se separaba tanto, o no se separaba nada.
No era un producto pensado para venta masiva, era un producto para clientes selectos, el problema es cuando los clientes selectos miran para otro lado... hay que buscar otros... aunque sea un cliente masivo que se crea que es selecto...
Así fué su existencia entre el 64 y 65, se hablará de regalías, de costos, etc. Pero cuando un auto es un éxito, se paga lo que se tiene que pagar se vende y es negocio. Acá vamos a la raiz que dice si no hay negocio, no hay auto.

Y nace un auto de colección, no un clásico, un auto de colección, de unidades a rajatabla limitadas por que a la DKW no le sacaron un Fissore mas.

A la salud de aquél Fissore de los 60s nace el modelo que estamos viendo. Por las oficinas del editor no se tardó en recomendar que la miniatura fuera roja, en honor a Julio Sosa gran cantante de Tango y el más ilustre poseedor de un Fissore con el que perdió la vida en un accidente automovilístico.

Muchos (dentro de los que me incluyo) tomamos conocimiento de éste auto gracias a Julio Sosa y su final. Queda en su imaginación que lugar tendría en nuestra historia automovilística éste auto sin el cantante de tango.

Así pues, a la solicitada para que esta coupé sea roja la respuesta fué contundente: "les informamos que fue necesario revisar los colores de las colecciones con la finalidad de garantizar nuestro compromiso de mantener la calidad y duración de las mismas, sale amarillo"

No me fijé en redes sociales, pero seguro no faltó un comedido que saque información vaya a saber de donde y que comente: "En realidad Julio Sosa probó una Fissore amarilla y luego le entregaron una roja".
Acto seguido salen diez a presumirla subiendo una foto del modelo y escribiendo "DKW Fissore, la que probó Julio Sosa! ".

Como sea el amarillo llegó para quedarse, tampoco encontré algún coleccionista tanguero de ley que repinte el modelo al tan deseado color rojo.

La miniatura guarda después de todo su propio interés, pues uno la mira y busca con malicia que conserva del DKW ordinario y donde se funde con esa carrocería estilizada.

El perfil es agraciado, techo bajo, líneas que se podrían considerar rectas y un picaporte de forma poco ortodoxa.

Un frontal que se nutrió de las líneas de las grandes coupés europeas del momento como las del Volvo P1800, la retaguardia también también tiene mucho que ver con el Volvo P1800...

El techo no, por que si lo hacían fastback comprometía la habitabilidad en su interior.

Volvo P1800... el auto parecido al de Julio Sosa el Varón del Tango...   BASTA!

Por el interior asoma el instrumental DKW de línea, tablero de chapa a la usanza de la época, la miniatura tiene un detallado aceptable.

En la retaguardia nos encontramos con un imagen distintiva a nivel local pero parecida a otras fronteras afuera, como la del Ford Cortina.

Para tratarse de una auto del 64/65, tener las luces de giro en otro tono es todo un avance.

El conjunto de apliques tanto luces, paragolpes, matrícula y escape logran una reproducción digna.

Las ópticas traseras son muy particulares, gran marco cromado y una superficie acrílica menor que no ocupa su totalidad, diseñadas así para que la luz roja se refleje en el marco y parezca mas grande encendida.

La vista que ofrece cuando se observa la carga de combustible es inmejorable. Llama la atención que se detalle la cerradura en la tapa de la misma.

Las ruedas son todo lo Auto Union que pudieron ser. Desde la medida de las mismas, las llantas de chapa y su respectiva taza. Llama la atención el centro amarillo a tono con la carrocería.

Hacer espejos cromados no es ninguna ciencia para los fabricantes de miniaturas. Sí vamos a rescatar la forma del mismo y lo bien colocado que está.

Del lado posterior el espejo sigue sumando.

Las escobillas no son un alarde de técnica, están en una escala aceptable y puestas con un permisivo conformismo.

Permisivo conformismo es una forma elegante de decir que si la escobillas quedan alineadas esta bien... Y si no también está bien.

A la hora del frontal nos encontramos quizá con lo mejor del modelo, no por bondad del mismo sino por que el auto real era así, todos los diseños de los 60s eran así, mucho más llamativos y elaborados en la parte delantera en detrimento de la trasera.

Lo primero que surge al ver la imagen son las zonas oscuras en las ópticas delanteras, dos muescas anti-chino que aseguran su correcta posición. Una novedad aunque el chino se enoje.

Luego la forma del capot que reniega de ser plano, la protuberancia en el mismo seguramente se debe al motor que no se adapta del todo al perfil tan bajo de la Fissore.

La muestra al detalle pone en evidencia el sistema de alineación de ópticas, la luz de giro pintada y la calidad del paragolpes.

La marca en la trompa, como cicatriz de acné juvenil,  muy posiblemente sea propia de la unidad y no del resto.

La tampografía de Auto Union es diminuta, delicada e increíblemente legible.

La grilla delantera es todo un logro combinando negro y delgada líneas grises. El logo de aros quedó sin fallas con un plus (no sé si necesario) del fondo amarillo.


Un modelo agradable. Para los que gustan de ejemplares exóticos una delicia. Tiene novedades técnicas, tiene todo lo esperable.

Pero no es rojo...

Magníficent DKW Fissore!