Renault 6 (1969) - Autos Inolvidables Argentinos

Dentro del anecdotario del maestro de Electricidad 1 turno tarde de la escuela a la que asistía en mi temprana adolescencia había un apartado para el Renault 6.

La franqueza ante todo, eran soporíferas tardes de silencio donde uno atendía al profesor vestido de riguroso guardapolvo azul, clases que con suerte llegaban a los 20 minutos para ser seguidas de eternas prácticas hasta las 18 hs.
Allí el profesor nos inculcaba la importancia de hacer empalmes correctos entre conductores: Empalmes de dos conductores, empalmes T y algunos otros que no recuerdo el nombre.
Era la tarde de empalmes, lo que significaba que la clase sería breve para explicar unos seis tipos de empalmes distintos y poco más de tres horas para lograrlos.
Vamos que no eran difícil de hacer: Con mi arrogancia juvenil en 20 minutos le puse los seis tipos de empalme sobre el escritorio esperando su aprobación.
El tipo se pone los lentes de ver de cerca y los mira... "Están mal" me dice y me los devuelve.

Con los cables en la mesa y la mirada burlona de diez compañeritos llenos de granos en la cara me quedo mirando los cables, miro los de ejemplo colgados en la pared desde 1978 llenos de tierra... miro mis cables... Nada... no había diferencia...
Vuelvo con el profesor que me hace esperar 20 minutos mientras llena una planilla... Era un señor de sobrepeso importante y a uno la valentía le daba hasta ahí nomás. A mí me alcanzó para volver a darle los cables pero no preguntarle nada. Otra vez lo mira... silencio... se escucha la respiracion forzada con colesterol... silencio... Luego dice "Va mejorando"

Por si algún lector viene leyendo rápido, los cables que "estaban mal" y los que "van mejorando" eran exactamente los mismos cables vistos con 20 minutos de diferencia, no los había tocado.
Hoy quizá resulte hilarante pero en ese momento sentí un frío en la espalda por la propia impotencia de no poder decirle lo que le diría hoy.
Con tacto y en búsqueda del resultado le pregunté "Qué estaría faltando?" Ya que el "Va mejorando" daba media aprobación.
El tipo me mira pasando el dedo sobre cable desnudo y me dice que estaba improlijo y rugoso.
Me vuelvo con los cables.

Mientras me dispongo a hacer lo mismo pero menos improlijo y rugoso llega el Profesor de Ajuste y Tornería gran amigo de nuestro amado líder de Electricidad 1. Tipo flaco de anteojitos, cara de hijueputa y amante de la pesca. Gustaba de pasar horas en animada charla con nuestro profesor hablando de sus andanzas caña en mano en algún espejo de agua de la serranía cordobesa.

"El fin de semana fuí al dique El Cajón la pasé muy bien fuí con cinco cañas pude pescar pejerrey había buen pique..." Empezó el maestro tornero haciendo un resumen mas o menos extenso del fin de semana en una conversación llena de tecnicismos propios de la actividad pesquera.
Uno escuchaba, bostezaba mientras experimentaba con una pinza de electricista sobre los empalmes: Con cierta destreza y tacto fino, si se la presionaba ligeramente y se la hacía girar sobre los cables unidos se acomodaban los hilos de cobre y quedaban No rugosos y prolijos.
El profesor de electricidad mientras seguía el relato del hombre de los mil anzuelos. Lo alentaba a contar más con gestos y exclamaciones varias hasta que en un momento la historia se agota en un final chato e insulso.
Después de todo el tipo se había ido a pescar y volvió a su casa, nada del otro mundo.

Entonces el maestro tornero busca a su contraparte y le pregunta a nuestro maestro cuando fué la última vez que fué a pescar. Nuestro maestro apoya los codos sobre el escritorio y le dice:

"El domingo fuí a las sierras con mi señora, mis suegros y mi cuñado, pensaba ir a pescar pero tuvimos un accidente"

No sé si las personas que tuvieron vivencias fuertes se dedican a ser electricistas, o si los electricistas son propensos a tener una vida de aventuras. Pero ahí estaba nuestro profesor mostrando un raspón en el codo.
Relataba que iba en su Renault 6 por la autopista Córdoba - Carlos Paz a 100 Km/h con 5 pasajeros adultos. Los que conocen saben que el tramo final de dicha autopista es una pendiente y los autos pueden desarrollar velocidades más altas sin mucho esfuerzo.
Así pudo transmitir el vértigo de viajar a 110 km/h en términos creíbles. "Pero notaba que la rueda trasera de mi lado zapateaba mucho" Dijo plantando la semilla del desastre a narrar, manejando tiempos de intriga casi de manera cinematográfica.

Para ese momento el maestro había puesto en clímax el taller de electricidad, todos los empalmes tirados en la mesa, todos atentos a la anécdota. El del lado me pega un codazo y me dice en voz baja: "Cuando sea grande quiero tener un R6 y ser gordo como el culiado éste!"
Me causó gracia, pero en el aire, en el ambiente, prevalecía el profesor que nos tenía en vilo respecto a la suerte que correría esa Renault 6 a toda velocidad.

"Ya podía ver el lago, no faltaba nada para llegar, pensé en levantar un poco el pié del acelerador cuando siento un ruido extraño, como un ZZZTUKK!!! y dejé de sentir el zapateo de la rueda, después se me empezó a levantar la trompa del lado del acompañante... La rueda trasera que venía rebotando no bajó"

El profesor de tornería queda impactado:

-No bajó???
-No... no bajó
-Pero cómo no bajo!
-Quedó enterrada en el buche y... No bajó.
-Pero no frenó?
-No señor, en tres ruedas yo no freno.
-Pero que hizo entonces!
-Y la lleve de a poco a la banquina tirando cambios... Derrapé un poco en el pasto y... había una piedra... le pegué... le dí al volante para el otro lado y terminé en una zanja.
-Pero no hubo heridos???
-Mire cómo me quedo el codo! (Y le vuelve a mostrar el raspón con cascarita)

Antes de hacer la nota me puse a googlear, ver esquemas de suspensión y demás... Algo que de veracidad técnica a lo relatado y retransmitido en exclusiva por modellbaus. (Bueno, por el momento nos alcanza para pagar derechos de autor a un maestro de electricidad, ya creceremos... PACIENCIA!)
No se encuentran datos que puedan respaldar ni refutar la historia. La principal sospecha es que no hay otros eventos similares. Incluso se filtró la búsqueda por Gorditos > Electricistas > Con Renault 6 y nada.

Nos queda hablar del modelo.

Molde nuevo, los filos de la matriz dan testimonio y la peor mano de pintura luce bien sin importar lo descuidada que sea. Las líneas del capot y techo tan propias del Renault 6 están defendidas de buena  manera sufriendo escobillas gruesas sobre el limpiaparabrisas.

La matrícula es de Clorinda - Formosa, Zona Rural. Si vemor el Renault 4 su patente es geográficamente cercana... Como si quisieran hacer nativos de esa zona éstos vehículos.
Bien la tompagrafía, las insignias y logos son muy aceptables.

Muy aceptables, el detalle en el guardabarro es para la cámara, como esperándome para la nota por que a simple vista se escapa.

Los barandales de los paragolpes acentúan su carácter local. Para ojos extranjeros pueden resultar mal diseñados por el modelista... Cómo va a tapar la luz de posición! Pues debo decirle que era algo habitual que las luces de posición queden tapadas por esas barandillas... Ya saben... Eran los 70s... No usábamos cinturón... Lo importante no era que se vea la luz de posición... Lo importante era que no se rompa!

Para sibaritas (Que abundan y demasiado en este medio) el Renault 6 trae unas luces de giro exquisitas, microscópicas, imposibles en dos tonos pero lo lograron: En dos tonos.

El interior del auto real es espartano y el chino se esmeró para hacerlo más espartano. Lo salva el sistema de cambio de marchas bien reproducido y un volante que trata de parecerse.

Las ruedas podrían mejorar, las gomas se salen con facilidad, estiradas, fatigadas... no hay suerte en eso. Igual al modelo entero el defecto pasa como mínimo, es un Renault 6 bien planteado y resuelto.
Y no es cualquier Renault 6, es un Renault 6 Dueño del Camino. De esos Renault 6 que andan a sus anchas y les importa un cuerno quien venga de adelante...

O de atrás...

Por eso éste Renault 6 no trae espejos retrovisores en NINGUN lado.

Amo y señor del asfalto...

Magníficent Renault 6!!!