Si Ud. era una persona adulta y de cierto poder adquisitivo por los años 80s, gustaba de los productos de Ford pero el Falcon le resultaba muy anticuado por más reestylings que haya recibido y el Sierra era demasiado futurista al punto que le costaba catalogarlo como auto.... Usted era un futuro poseedor de un Taunus.
Un sedán típico, de diseño renovado, líneas suaves y limpias, de su antecesor de los 70s poco le queda, por no decir nada, Ford puso otro auto y trasladó el nombre.
Motores aspirados, carburación simple y cilindradas elevadas para los estándares actuales (2.0 y 2.3 litros) resultaban en el carácter robusto del Taunus, su fiabilidad... Y como todo producto del óvalo, poco amable en la estación de servicio, incluso saliendo de la misma una buena acelerada prometía una próxima visita a corto plazo.
Pero lo verdaderamente entrañable es como se las ingeniaron por medio de las publicidades televisivas para lograr una fuerte carga de fantasía sobre los mismos, efectos especiales, apelaciones emotivas incluso...
Mientras el objetivo de Ford con el Sierra era que sientas que tenías una nave espacial en el garage... una especie de canto al aerodinamismo... a esa velocidad "limpia" en línea recta, sin un partícula de polvo, como una flecha incluso llegando a decir "maneje el viento" Con el Taunus se buscaba todo lo contrario, era polvo, tierra y más tierra, mientras más sucio mejor, por que era el auto del macho! Un auto de macho tenía que tener forma de Taunus, tracción trasera, mucha fuerza y bancarse todo...
Para muestra basta un botón pero el saquito de macho lleva dos...
En el primer botón vimos a Oscar Gálvez (Sedán) bailando con El Flaco Traverso (Coupé) "El Gato Montés" interpretado por la Banda Taurina (Taurina para Taunus, voilá).
Respecto a "Persecusión" qué les puedo decir! Hay alguien que cobró por ponerle el título! Pero lo demás es una cabal muestra de nuestras capacidades cuando coordinamos fuerzas por el fin más noble... Money!
Volvamos al modelo que busca representar al adalid de la tierra en suspensión de los 80s, voluntarioso, conformado con bastantes piezas, las suficientes para hacerlo lucir digno.
El paragolpes cromado ofrece reflejos insospechados y las proporciones lucen adecuadas.
El perfil ofrece la mayor diferencia visible respecto de la versión Ghia que era la mas lujosa y equipada, las llantas, ya que éstas son de chapa, y en la versión full venían unas de aleación (las que se ven en las publicidades) con el mismo diseño usado en el Ford Granada, su hermano mayor, que llegaba importado a la Argentina.
Los picaportes esperan algo más que sus formas, reclaman el cromo pero el tono gris del modelo lo disimula bastante.
Los interiores dan más de lo esperado, el instrumental detallado no es fácil de ver pero existe, el contraste con el detalle del picaporte antes mencionado es notorio en la foto, parecieran de modelos distintos la puerta y el interior. Por otro lado las tristes y correctas llantas de chapa son reproducidas muy bien y transmiten todo el desencanto de las reales.
La retaguardia trae todo lo que se espera, comparte el elogiado paragolpes delantero y suma las ópticas traseras en tres tonos, bastante bien resueltas aunque la sujeción plastica deja dos círculos cerca de la luz de retroceso algo incómodos de ver. También se dejan ver en forma tímida las insignias, un claro óvalo azul, el logo de Taunus y la cilindrada que no dice 2.0 ya que es un modelo europeo.
Luneta con desempañadores que agradece mucho el modelo, así, en términos generales y redondeando lo que es el modelo nos deja en claro que las intenciones para con él fueron muchas. Muy detallado, al punto de que uno se acostumbra y los pocos defectos terminan resaltando, pero de tanto que da en los otros aspectos es más que perdonable.
Tenemos Taunus.
Magníficent Ford Taunus!
