En lo personal creo que es el modelo mas ambicioso de Buby, quizá otros modelos tengan un grado de complejidad semejante mas no manifiesta, sucede que la naturaleza del modelo, con piezas mecánicas a la vista, exigen al fabricante hacerlas funcionales y a la vez con cierto compromiso por verse reales.
Así la caja pasó de ser un simple espacio de carga al llenarse de detalles en su parte baja, el tanque, la rueda de auxilio, son los primeros elementos que saltan a la vista, pero sorprende su suspensión trasera, donde unas placas metálicas emulan los elásticos del camión verdadero. Es notorio como en los años 70s, la suspensión era un requisito necesario para cualquier modelo, de cualquier marca y escala.
Al detalle la suspensión se le nota añosa y no es para menos con la edad del modelo, también se puede ver que no hay nada que represente un diferencial, la meticulosidad resulta una virtud, que se alcance la excelencia es otra cosa, aun con faltas sigue siendo mucho lo que da el modelo en ésta parte.
Incluso uno podría adivinar que era el inicio de un proyecto más grande, nótese las ruedas de dos componentes con neumáticos grabados y a la vez llantas propias del modelo, no genéricas como la mayoría de los modelos contemporáneos, si se piensa, costear matriz y elementos específicos responde a dos planes posibles, apostar por una demanda fuerte por esta gran pieza o sacarle el jugo al chasis y la cabina con variaciones posteriores.
Incluso la caja tiene detalles en su parte posterior que se podría considerar excesivos para la época, la delicadeza (entiéndase, lo rompibles) de los conjuntos de patente y luces traseras son propios de modelos actuales de vitrina.
Y se podría haber canchereado con los guardabarros haciéndolos con la misma pieza de la caja, sin embargo fueron pieza separada, de metal y pintadas del mismo color que la cabina. Aquí cobra fuerza la idea de entender al modelo como cabina y chasis súper detallado siendo la caja más una circunstancia o comodín para sumar modelos al catálogo, así vió luz un volcador, pero hubiera sido poco sensato no planificar otras utilidades para el camión.
La cabina conformada por una decena de elementos quizá hoy peque de simplona, más no 40 años atrás. Incluso buscando un paralelo entre otras marcas europeas (contemporáneas obvio) hay que apuntar a un segmento premium por modelos de complicación semejante pero no Mercedes, no un camión.
Es una cabina que luce bien, cuida las proporciones y cumple demasiado para la operabilidad de la misma.
Recuerden que algo de calidad por esos años tenía que tener aperturas y a la vez verse bien, las puertas con marco en su parte superior y al calce en la carrocería cerradas son dignos de mención.
Matriz, matriz y matriz, es la solución para insignias, detalles de la cabina, incluso las parrillas superiores en el capot y paragolpes.
Recuerden que algo de calidad por esos años tenía que tener aperturas y a la vez verse bien, las puertas con marco en su parte superior y al calce en la carrocería cerradas son dignos de mención.
Matriz, matriz y matriz, es la solución para insignias, detalles de la cabina, incluso las parrillas superiores en el capot y paragolpes.
Se
imaginan un empleado revoltoso de diseño? Y que con saña le pidan
"Quiero un Mercedes 1112! que tenga suspensión! que se vea real! que
abra puertas!" y mientras el tipo mira perdido desde la mesa de dibujo
como se va el jefe, éste se de vuelta y le de la estocada final: "Y que
tenga dirección!" Parece más un plan de despido o acoso que otra cosa!
El tipo llega al despacho de Don Haroldo con el prototipo y le dice: mire jefe, así va derecho...
Y moviendo la palanca debajo del paragolpes doblan, sobre su eje vertical, sin perder la posición respecto al guardabarros... así de realista o más jefe?
Y como si fuera poco la fantasía de la caja que tenía que prometer más de lo que contenía por norma, como contagiando al modelo de magia, de detallismo a mano de la imaginación de quién tenga la suerte de abrirla. La ilustración es arte, sin duda alguna, debe ser la mejor caja que tuvo un Buby, por su diseño y por la calidad de la misma que incluso tenía una suerte de plastificado.
El tipo llega al despacho de Don Haroldo con el prototipo y le dice: mire jefe, así va derecho...
Y moviendo la palanca debajo del paragolpes doblan, sobre su eje vertical, sin perder la posición respecto al guardabarros... así de realista o más jefe?
Y como si fuera poco la fantasía de la caja que tenía que prometer más de lo que contenía por norma, como contagiando al modelo de magia, de detallismo a mano de la imaginación de quién tenga la suerte de abrirla. La ilustración es arte, sin duda alguna, debe ser la mejor caja que tuvo un Buby, por su diseño y por la calidad de la misma que incluso tenía una suerte de plastificado.