Si preguntan por mi colección, debo decir incompleta, felizmente incompleta, si un día se completa no podría coleccionar más.
Conjugando modelos de factoría reciente y no tan nuevos, hasta llegar a antiguos con más de 50 años, vamos a repasar los autos que circularon por nuestras calles entre los años 1950 hasta entrados los 80´s, un legado humilde para quien me siga, o simplemente ir dejando huella...

domingo, 28 de octubre de 2012

Mercedes Benz L 1112 - Buby 1:43



En lo personal creo que es el modelo mas ambicioso de Buby, quizá otros modelos tengan un grado de complejidad semejante mas no manifiesta, sucede que la naturaleza del modelo, con piezas mecánicas a la vista, exigen al fabricante hacerlas funcionales y a la vez con cierto compromiso por verse reales.



Así la caja pasó de ser un simple espacio de carga al llenarse de detalles en su parte baja, el tanque, la rueda de auxilio, son los primeros elementos que saltan a la vista, pero sorprende su suspensión trasera, donde unas placas metálicas emulan los elásticos del camión verdadero. Es notorio como en los años 70s, la suspensión era un requisito necesario para cualquier modelo, de cualquier marca y escala.



Al detalle la suspensión se le nota añosa y no es para menos con la edad del modelo, también se puede ver que no hay nada que represente un diferencial, la meticulosidad resulta una virtud, que se alcance la excelencia es otra cosa, aun con faltas sigue siendo mucho lo que da el modelo en ésta parte.



Incluso uno podría adivinar que era el inicio de un proyecto más grande, nótese las ruedas de dos componentes con neumáticos grabados y a la vez llantas propias del modelo, no genéricas como la mayoría de los modelos contemporáneos, si se piensa, costear matriz y elementos específicos responde a dos planes posibles, apostar por una demanda fuerte por esta gran pieza o sacarle el jugo al chasis y la cabina con variaciones posteriores.



Incluso la caja tiene detalles en su parte posterior que se podría considerar excesivos para la época, la delicadeza (entiéndase, lo rompibles) de los conjuntos de patente y luces traseras son propios de modelos actuales de vitrina.



Y se podría haber canchereado con los guardabarros haciéndolos con la misma pieza de la caja, sin embargo fueron pieza separada, de metal y pintadas del mismo color que la cabina. Aquí cobra fuerza la idea de entender al modelo como cabina y chasis súper detallado siendo la caja más una circunstancia o comodín para sumar modelos al catálogo, así vió luz un volcador, pero hubiera sido poco sensato no planificar otras utilidades para el camión.



La cabina conformada por una decena de elementos quizá hoy peque de simplona, más no 40 años atrás. Incluso buscando un paralelo entre otras marcas europeas (contemporáneas obvio) hay que apuntar a un segmento premium por modelos de complicación semejante pero no Mercedes, no un camión.

Es una cabina que luce bien, cuida las proporciones y cumple demasiado para la operabilidad de la misma.



Recuerden que algo de calidad por esos años tenía que tener aperturas y a la vez verse bien, las puertas con marco en su parte superior y al calce en la carrocería cerradas son dignos de mención.



Matriz, matriz y matriz, es la solución para insignias, detalles de la cabina, incluso las parrillas superiores en el capot y paragolpes.
Se imaginan un empleado revoltoso de diseño? Y que con saña le pidan "Quiero un Mercedes 1112! que tenga suspensión! que se vea real! que abra puertas!" y mientras el tipo mira perdido desde la mesa de dibujo como se va el jefe, éste se de vuelta y le de la estocada final: "Y que tenga dirección!" Parece más un plan de despido o acoso que otra cosa!



El tipo llega al despacho de Don Haroldo con el prototipo y le dice: mire jefe, así va derecho...



Y moviendo la palanca debajo del paragolpes doblan, sobre su eje vertical, sin perder la posición respecto al guardabarros... así de realista o más jefe?



Y como si fuera poco la fantasía de la caja que tenía que prometer más de lo que contenía por norma, como contagiando al modelo de magia, de detallismo a mano de la imaginación de quién tenga la suerte de abrirla. La ilustración es arte, sin duda alguna, debe ser la mejor caja que tuvo un Buby, por su diseño y por la calidad de la misma que incluso tenía una suerte de plastificado.
Nos ponemos en marcha?



Magníficent Mercedes Benz L1112!!!

viernes, 19 de octubre de 2012

Los malos pasos de Olga de Odell

Edición limitada, 1 de 250 malos pasos de Doña Olga.

Para Diecast Central, Octubre, Estafas.

Llegó a su casa en el viejo Ford 39 y luego de una ducha rápida salió a la sala de pijama, pantuflas y bata, le esperaba el diario del domingo y en su vieja poltrona, herencia de su abuelo, se entregó al sosiego dominical. Su mujer quería ver a Mansera y había prendido unos 15 minutos antes el televisor para que vaya calentando las válvulas, parte del ritual dominical, como lo era dejarle el cenicero limpio en la mesita al lado del sofá junto a la revista Selecciones.

Aldo siempre fué un tipo tranquilo y conservador, abrazaba su diario, la radio AM y al televisor lo miraba de lejos, salvo para el Mundial 78 que había terminado hace unos meses y disfrutó varios partidos gracias a su esposa, que le sintonizaba los canales mientras él la miraba como a un astronauta en una cápsula espacial.

Olga al contrario muy moderna, insistió hasta tener su Tonomac Super Platino con FM y pasarse horas escuchando "Modart en la Noche" por Radio del Plata, pequeños gustos, la casa impecable, pero el Ford 39 en la puerta goteando aceite era el trago amargo de cada día, varios fueron los intentos de convencer a Aldo de que cambie de auto, todos sin prosperar y para colmo el vecino pulía su cupé Fiat 125 roja todo el bendito día en el jardín.

Cansada esa tarde dijo basta, con tantos intentos fallidos se concentró como nunca para el mejor y probablemente último cruce con Aldo por lograr que compre un auto nuevo, el domingo siguiente tenía que ser. En la semana hojeó la Selecciones mirando publicidades y llamó a concesionarios mientras Aldo trabajaba, el nudo en la garganta era inexplicable cuando le decían el precio de una Coupé Chevy o de un Peugeot,  era un sueño que seguía estando lejos cuando al pasar de página se encuenta con ésto:


La viva imagen de su anhelo, tanto romanticismo, entre ventanas de ensueño ella tan aprincesada, tomando champagne, tanta lujuria y Aldo... Aldo que lindo se lo vería de traje afeitado y con las manos sin grasa del Ford! Acariciaba la foto de la revista con los ojos brillosos sintiendo tristeza, no quería llamar al concesionario, quería soñar (delirar) un ratito más, antes que el infeliz que atienda el teléfono la haga añicos con el precio.



Esta seguro? Me lo repite? No, en serio vale éso? Olga no podía creer el precio del Ami8, tampoco era poco pero al lado de los otros daba una luz de esperanza, cortó el teléfono y se puso la revista en el pecho, giró como sólo gira una mujer con una ilusión en el medio de la cocina y marcó la página para tenerla a mano.


Cuando llegó el domingo Aldo pasó con su bata como siempre, se acomodó en su sillón y empezó a tantear en la mesita, no estaba  el diario, ni el cenicero, sólo la Selecciones. Su mujer agazapada en el pasillo se preparaba, sabía que Aldo maniáticamente llevaría todo a su rutina y seguro le llamaría...

-Vieja!.... Vieja vení!... Dónde está el Diario?... Y los puchos?

Olga se asoma lentamente y lo mira, ya había probado por las buenas, laburó cocinando como una yegua, hizó el amor como una acróbata del Circo de Moscú y Aldo no le daba la derecha respecto al auto, había que ir por las malas y de forma directa:

-Tenés la Selecciones ahí...

-Pero yo quiero el diario! No la Selecciones!

-No la leas, tenes la página marcada.

Aldo mira la página, la mira a Olga, vuelve a mirar la revista... se ríe... pero nota que Olga no se ríe nada, ni mucho menos agacha cabeza, trató de patear para adelante el momento áspero con un "Ya vamos a ver" pero...

-Ya vamos a ver nada! Aldo vas a comprar ése auto! Mañana nos esperan en el concesionario y como que me llamo Olga que vamos a ir!


Al día siguiente no fueron, Olga no le dirigió la palabra en toda la semana, es más, arrancó la foto del Ami8 y la pegó en la alacena de la cocina, siete días fueron suficientes, al domingo siguiente pudo quebrar la voluntad de su marido, irían al concesionario.
Así llegado el día se pasearon en el salón de ventas mirando el famoso Elysée, le dieron marcha y no sonó para nada como la foto prometía o al menos insinuaba, Aldo se apoya sobre el capot y mira como la suspensión es tan blanda como la idea que tenía Olga del auto. Lo compró, de bronca lo compró y mandó a su mujer a una academia de conductores.


Meses después el Ford seguía con su mancha de aceite frente a la casa, el Ami8 al lado, Aldo pasaba con la bata de siempre, se acomodaba en su sillón y se ponía a leer el diario, escuchando con saña las llamadas de Olga al service de la concesionaria, por que su Ami8 no iba lo suficientemente rápido, y si lo hacía, tanto le costaba frenar... y se movía, se movía mucho, tanto que se cayó el sueño de aquella foto infame que prometía tanto.




domingo, 7 de octubre de 2012

DKW - Auto Union 1000S (1960) - IXO 1:43


El Escarabajo que nos tocó en suerte? es ineludible trazar un paralelo entre éste auto y el mítico Beetle ya que ambos tienen varios puntos en común, ser autos de origen alemán, comparten el mismo concepto de aerodinamia, es decir, buscan ser redondeados sobre todo en capot y baúl donde las líneas mueren en los paragolpes, diseño muy fluído por cierto... Y por último que sus respectivas motorizaciones no guardaban relación con la ofrecida con el parque automotor de los 60s.


Al parecer por ésos años se tenía cierta libertad de probar suerte con motorizaciones distintas a los eternamente clásicos 4 cilindros en línea de 4 tiempos, El Escarabajo con su motor Boxer pudo establecerlo como standar en muchos países dado que usaba el mismo motor para la Kombi y de ambos modelos vendió millones de unidades.
Auto Unión tenía una propuesta diferente: con su motor 3 = 6, llamado así remarcando su rendimiento, sostenían que el motor de 3 cilindros que movía al auto tenía el mismo rendimiento o similar a un 6 cilindros. Y lo más interesante es que probablemente sea cierto debido a que era un motor de 2 tiempos, algo común en una motocicleta pero no en auto, ahora, motor de 2 tiempos con un cilindro es ciencia probada desde hace mucho tiempo, tres cilindros ya era cosa seria.


Tuve la suerte de leer una nota de la revista Parabrisas contemporánea al vehículo en la cual le hacían su ya consagrado test, el vehículo salió muy favorecido, tenía cualidades importantes como excelente velocidad final, bajo consumo y aún más bajo mantenimiento con un motor infatigable, flaqueando un poco en la terminación interior.
Algo criticado y curioso es que reemplazaron las manivelas para subir el vidrios de las puertas por una especie de discos, es decir una especie de perilla, más grande por supuesto, a la que uno debía dar vueltas como si fuera un dial de una radio...


Ahora ya en la calle, el usuario del vehículo debía atender las vicisitudes propias de un motor de dos tiempos, acostumbrarse a la "mezcla" ya que a la nafta debía adicionarse aceite para su correcto funcionamiento y consecuentemente al humo blanquecino que emanaba del caño de escape, tampoco el ruido del motor era lo mas promisorio, si bien no era molesto era mas propio de dos motocicletas acelerando juntas, un motor que aceleraba rápido, de muchas vueltas (RPM) pero que desaceleraba mas lento que un motor "común".


Experiencia propia me llevó a conocer éste auto, en los tempranos 80s, en el barrio de mi niñez donde en ése par de cuadras tranquilas estaban ya resagados por el tiempo un Fiat 1500, el Peugeot 403 de mi viejo y un Auto Union como éste. Sobrevivientes y rivales, se podía ver la cara de frustración de cada propietario cuando le tocaba abrir el capot frente a la puerta de la casa, es que con tantos años encima, los tres vehículos acusaban fallas a menudo, sobre todo de encendido.


Pero lo que más recuerdo es aquel húmedo anochecer de enero, caluroso, pesado, con una plaga de mosquitos impíos. Cuando el propietario del Fiat 1500 se acercó al del Auto Union que le pasaba la franela dándole los últimos toques. Luego de alabarle la máquina al vecino por el estado en que la mantenía, le comentó que había sido propietario de uno en su juventud, le pidió que lo ponga en marcha mientras le decía que la velocidad y andar del auto ningún otro se lo pudo dar, entró en anécdotas de viajes, aventuras en rutas lejanas y le pedía al dueño del auto que acelere, que acelere por que el motor era el vivo recuerdo de aquellos buenos años.
Yo no entendía mucho y la verdad me llamaba la atención aquel meeting casi nocturno, más que era verano y estaba todo el día de puro vicio dando vueltas por la vereda haciendo mi cometido de chico (absolutamente nada, todo el día). Me sabía quienes se hablaban y quienes no y éstos dos sujetos ni la hora se decían... Ahora juntos con el Auto Union acelerando emocionados... era para quedarse a ver... la fumata blanca del escape aún no cesaba cuando amablemente se despiden y el ahora sociable vecino volvía por la vereda diciéndome al pasar en voz baja, casi susurrando: "Esta noche no vamos a tener mosquitos pibe!"


Así, cerramos otro capítulo del libro "Anecdotiario Intrascendente de Reyes" y de paso lindo momento para cerrar esta nota...

Magníficent Auto Union!